Isabel Bonig y Toño Peral se saluda en presencia de César Sánchez y Joaquín Albadalejo. Foto PEPE OLIVARES ALICANTE. El Partido Popular ha cerrado este viernes por la noche su cartel electoral para las Cortes Valencianas; el Congreso y el Senado. Las listas se saldan con un eventual reparto de poderes: Génova ha impuesto a su hombres en las listas a las Cortes Generales, sin opción de que el PPCV tuviera opción alguna de proponer algún nombre, y, en cambio, el PPCV; es decir, Isabel Bonig y José Císcar han impuesto también a su núcleo duro, pero con excepciones, más en Alicante, que en Valencia, donde Bonig, sí que ha aplicado el rodillo, aunque ha respetado la posición de María José Catalá. Estos son los ganadores y los perdedores de las listas.
1) Las casadistas reinarán en Madrid, pero tienen pocos peones en las Cortes Valencianas
Los casadistas lideran las listas del Senado y del Congreso, pero han situado a pocos peones en las Cortes Valencianas. Algunos de ellos, como César Sánchez o Pablo Ruz, tengan que dimitir si asumen otras responsabilidades en sus otros cargos a los que aspiran. Sánchez, en la Diputación de Alicante, y Ruz, si es alcalde de Elche. Bonig les ha enviado un aviso con la posible incompatibilidad -deberán dejar algún cargo-, pero más allá de eso, la trascendental es que César Sánchez, aún siendo un hombre de Casado, queda muy alejado de València. Y además, puede sufrir las consecuencias de tener un PSPV-PSOE disparado en las encuestas en su objetivo de revalidar la presidencia de la Diputación de Alicante. Además, tendrá que lidiar con el debate de por qué ayuntamiento debe concurrir para ser diputado provincial, o bien Alicante, o bien repetir en Calp, en ambos casos, como segundo.
2) Luis Barcala ha rentabilizado sus apoyos iniciales
La unión que produjo la nueva ejecutiva local del PP de Alicante le está dando réditos al alcalde, Luis Barcala. Esa ejecutiva unió a todos los sectores del PP de la ciudad, incluidos los ex ripollistas. El presidente de ese orgranigrama es Toño Peral, hombre de Sánchez, pero quién mejor lo ha rentabilizado ha sido el primer edil: tiene tres peones en València, uno en Madrid, y con suerte, un senador, Carlos Castillo.
3) Los 'ripollistas' vuelven a la política
Han logrado volver a la primera línea de la política con puestos de tronío. Macarena Montesinos vuelve como número dos al Congreso y José Antonio Rovira, a las Cortes. Pueden aportar mucho trabajo al colectivo, aunque por el camino algunos de sus alcaldes fieles se hayan marchado a Ciudadanos. Pero han sabido moverse entre bambalinas, ser pacientes y esperar su oportunidad.
1) Torrevieja se queda sin puestos de salida
La 'desaparición' de Eduardo Dolón de los principales lugares de decisión, por su intento de volcarse en recuperar la Alcaldía de Torrevieja, ha dejado a unas de las grandes ciudades y feudos del PP sin peones en las instituciones supramunicipales. Joaquín Albadalejo ha caído de la lista del Congreso y la representante en las Cortes Valencianas va en un puesto considerado de no salida. A Dolón no tiene margen de error: sólo puede ganar la Alcaldía, no le vale con ser el más votado. Y vista la fragmentación política no hay nada seguro.
2) Elche se queda sin representación en las Cortes Valencianas
Más que una derrota es una victoria agridulce la del PP de Elche. Tienen al candidato del Senado, Pablo Ruz; un puesto de salida en el Congreso, Sergio Rodríguez -salvado en el descuento-, pero posiblemente el PP no tendrá representante en la política autonómica, al menos, en el Parlamento. Pierde dos diputados. Los ilicitanos lucharon lo de José Salas, pero finalmente cayó en el puesto 11 ante otros candidatos sin tantos méritos cono Manuel Pérez Fenoll o Remedios Yáñez.
3) Asunción Sánchez Zaplana
La que fuera candidata del PP a la Alcaldía de Alicante en 2015, Asunción Sánchez Zaplana, dejó el consistorio para ser senadora y no repetirá. Ha sido la única senadora del PP que no ha tenido acomodo en ninguna candidatura, a no ser que sea repescada en las municipales. Sánchez Zaplana se lo trabajó con una intensa agenda pública, tanto en Alicante como en Madrid, pero nadie le ha recompensado. Sólo la entrada del PP en los Gobiernos central o la Generalitat la podría resarcir.
