ELDA (EP). La escritora alicantina Elia Barceló afirma que es "evidente" que hay un movimiento social que pretende hacer callar a las mujeres y volver al "calladita estás más guapa". Advierte la autora de que "todos los derechos se pueden revocar", ya que, si los partidos en el poder deciden cambiar las leyes se vuelve al pasado. Además, constata que "as constantes agresiones a mujeres y los feminicidios aumentan cada año".
Precisamente, la cuestión de la culpa y el miedo que se inculca a las mujeres para tenerlas sometidas y siempre dispuestas a servir es un eje central de su novela, La soga de cristal, la nueva entrega de la serie de 'noir mediterráneo' de Santa Rita que ahora llega a las librerías editada por Roca.
Se trata del tercer de los cuatro libros que tendrá la serie de Santa Rita pero, como explica Barceló en declaraciones a Europa Press, "es un caso criminal independiente que queda totalmente cerrado al final, aunque los secretos y misterios del pasado continúan y la mayor parte de los personajes son ya viejos conocidos de los lectores y lectoras que hayan leído las dos anteriores".
Después de haber tratado temas como el chantaje emocional y la estafa vital, además de otras muchas cosas que las mujeres han tenido que sufrir a lo largo de los tiempos, en esta ocasión la autora de Elda reflexiona "sobre la manipulación de las religiones y las sectas sobre sus adeptos, hombres y mujeres, pero sobre todo mujeres".
"Trato especialmente la cuestión de la culpa y el miedo que se inculca a las mujeres para tenerlas sometidas y siempre dispuestas a servir, tanto en las religiones oficiales como en sectas de nueva creación. En la parte del pasado, en 'La soga de cristal' voy a 1916, a la generación de los abuelos de Sofía, la gran protagonista de la serie", apunta.
En opinión de Elia Barceló, "no hay más que estar un poco atenta a las noticias, tanto de España como del extranjero, para darse cuenta de que cada vez hay más hombres que consideran que 'la igualdad ha ido demasiado lejos'". "Como si la igualdad pudiera ser excesiva", exclama.
"Esto recuerda mucho -prosigue- al concepto franquista de 'libertad, pero no libertinaje'. 'Igualdad, sí, pero no tanta' y dicen sin ninguna vergüenza que 'ahora son los hombres los discriminados'. En EEUU ya hay varios estados donde el aborto es de nuevo ilegal. Siempre que voy a algún instituto de segunda enseñanza para un encuentro con jóvenes, en mi vertiente de escritora de literatura juvenil, insisto en decirles que la situación de la que gozamos actualmente las mujeres -ser iguales ante la ley, poder votar, tener acceso a los anticonceptivos, etc.- no fue un regalo que cayó del cielo, sino algo que costó muchísimo conseguir y por lo que muchas mujeres sufrieron penas de cárcel, palizas y humillaciones", enumera.
Barceló fue una de las pioneras en la reivindicación de las protagonistas mujeres también en géneros como el thriller. Preguntada por si últimamente abundan personajes policiales femeninos con rasgos normalmente atribuidos a los hombres, la escritora comenta que "por ese afán de demostrar que las mujeres podemos ser como los hombres se ha exagerado un poco creando personajes femeninos igual de brutales, machistas, iracundos, alcohólicos, solitarios, etc. que los que conocíamos de los 'hard boiled' estadounidenses de los años cuarenta y cincuenta".
"Algunas de esas policías y detectives mujeres parecen hombres antiguos con nombre femenino y creo que no le están haciendo ningún favor a las mujeres actuales, que pueden llegar a ser lo que deseen sin tener por qué parecerse a los hombres, especialmente a los clichés masculinos del género", asevera.
Aun así, celebra que "se ha avanzado mucho desde la época en la que los personajes femeninos eran meros objetos que asesinar, o salvar, o simples floreros, o el reposo del guerrero". "De todas formas, algo que yo me he propuesto en estas novelas es que las mujeres no sean solo cadáveres para que el policía se luzca encontrando a su asesino", subraya.
Junto a los muy populares polar francés y novela negra nórdica, Elia Barceló apuesta por un 'noir mediterráneo': "Aporta nuestra forma de ver el mundo, igual que hacen ellos. Aquí hay policías, igual que en los países escandinavos, porque en todas partes hay crimen, pero nuestros policías --siendo tan competentes como los nórdicos-- no suelen ser depresivos, alcohólicos y solitarios (me refiero a los de verdad, los de la vida) y, por tanto, pueden ser representados en una novela mediterránea como buenos profesionales que trabajan al máximo de sus capacidades, pero que luego tienen familia, se van a tomar unas cañas con los compañeros o se comen una paella el domingo (un arròs negre, por ejemplo)".
Y añade. "También suma en cuanto a la elección de temas que para nosotros, en nuestra parte del mundo, son más relevantes o nos parecen de mayor interés. Los lectores y lectoras de otras tierras pueden disfrutar mucho leyendo noirs mediterráneos igual que a nosotros nos gusta leer novelas que suceden en países que no conocemos. Y puede animar a la gente a viajar y descubrir esos países y sus mentalidades".
Elia Barceló es una autora prolífica que, como ella misma asegura, "siempre llevo algo entre manos". Ahora está empezando la cuarta, y última, novela de Santa Rita, en la que irá al origen de la familia Montagut, a mediados del siglo XIX en València, y tratará el último caso criminal en la actualidad, con otro, avanza.
También está "tanteando" otro proyecto de literatura fantástica, pero aún es pronto para comentarlo en público. "En cualquier caso, el año que viene habrá una nueva historia y podré cerrar la última de las cuatro estaciones en Santa Rita con la novela que sucede en invierno y en la que ataré todos los cabos que aún quedan sueltos", concluye.
La autora alicantina, que ya ha vendido más de 500.000 ejemplares, esconde en su nueva obra guiños a Patricia Highsmith y Daphne du Maurier