El grupo de punk rock despidió año con su nuevo trabajo El lado oculto de la luna, que llevan el 2 de marzo en la Sala Marearock
ALICANTE. "Repertorio no nos falta", afirma Kusio Juárez, cuando se le pregunta qué motiva a una banda como El Último Ke Zierre a continuar sacando música después de treinta años y aproximadamente una veintena de discos. "El grupo se formó en el 87 y la motivación no es otra que la de seguir dando conciertos. Además de que la gente pide música nueva, para nosotros es la excusa para dar una gira por salas y ofrecer algo distinto. También, va bien actualizarse para no caer en un estado de aburrimiento", cuenta. Eso es lo que demostrarán el 2 de marzo en Alicante, cuando acudirán a la Sala Marearock a presentar su último disco: El lado oculto de la luna.
La banda de Burriana, que es toda una referencia del punk rock estatal, terminó 2023 sacando este nuevo álbum. Un trabajo compuesto a tres manos entre el mismo Kusio (batería), Roberto 'Feo' (cantante) y Pedro (bajo), que empezó a componerse en realidad hace cinco años. Desde que publicarán El Mutante de Barrio Chino en 2017, no había sacado El Último Ke Zierre nuevo material. Y de ahí que el nuevo trabajo que presentan contenga temas escritos incluso en plena pandemia.
"Teníamos pensado sacar disco en 2020, pero no pudo ser. El parón absoluto también se reflejó en un parón de ingresos", señala Kusio, quien explica que la formación -que se completa con Óscar (guitarra) y Vicent (guitarra)- trabaja de forma totalmente autogestionada, motivo por el cual este nuevo disco se les resistió más.
No obstante, no importa cuánto tiempo pase, porque El Último Ke Zierre sigue manteniendo la esencia en sus canciones y en sus letras. En este caso, además, no se ha buscado seguir una temática concreta. "Solo recuerdo un disco con una temática más marcada, La rutina de miedo, que giraba mucho en torno a la política de miedo. Por lo que hace al nuevo álbum, lo único que veo es que en varias canciones los tres compositores hacemos referencia al ambiente de la pandemia. 'Confinado', que escribí yo, trata explícitamente de eso, pero después, otra de las que compuse, 'Sin mirar atrás', habla de no anclarse en el pasado y de dejarse hacer. Siempre hay que mirar hacia adelante", señala el músico.
Una forma de afrontar la vida y los retos que define, precisamente, a la banda. Aunque hay algo de "suerte" en la historia de los burrianenses, como así lo creen sus miembros, porque no hay nada escrito sobre por qué unos grupos llaman más la atención que otros. Su trayectoria está escrita desde el esfuerzo y las ganas de seguir. "Hemos aguantado en la escena por picar piedra. Es complicado mantener la constancia y no siempre sale como uno espera. Tanto que hemos llegado a tocar en conciertos donde no salían los números y los técnicos han cobrado, pero nosotros nos hemos tenido que ir a casa con la merienda y la cena. Aún así, hemos seguido remando y esa cabezonería es la que explica dónde estamos ahora. Hay que insistir hasta que le llegues a la gente", cree Kusio.
Y hay otro motivo más, aunque parezca cualquier cosa, sus miembros han podido "aguantarse" todo este tiempo. "Muchas bandas se deshacen porque acaban discutiendo. Por aquí ha habido cambios, pero cuando alguien ha querido irse, se ha ido y ya. Nunca nos hemos encabronado".
Eso sí, reconoce el músico que el contexto actual "está fatal" y los pocos que se mantienen son "unos privilegiados". "Hay una plaga de reggaeton y electrolatino que está apoderándose de la juventud. Es lo que más masas mueve y dinero. Por eso es complicado mantenerse en el rock. El año que viene volveremos a Viña Rock, pero no es fácil estar en el circuito. Aquí mismo en Castellón hay muchos grupos que hacen música, los locales de ensayo están repletos. Pero es difícil que vaya a más si los ayuntamientos no hacen tampoco mucho caso. Se priorizan los grupos de "tardeo", que tanto están de moda. Está claro que todo el mundo tenemos que ganarnos la vida. Yo mismo he estado en orquestas y es respetable. Pero cuando se organiza algún evento estaría bien que contarán con todos", manifiesta Kusio.
Por lo que hace a la capital de la Plana existe además, otro problema. Que apenas hay salas de conciertos y las que hay son de poca capacidad. Es, pues, por esto motivo que en la lista de fechas que la formación ya ha empezado a anunciar no aparece la ciudad. "No encontramos unas sala que se adapte a lo que queremos. La última en la que tocamos fue Salatal y tuvimos que organizar tres días, porque el aforo es de 200 personas y necesitamos al menos unas 500 para que sea perfecto".
Es así, que por el momento, la única actuación que hay confirmada en la provincia es en La Mata de Morella, donde tocarán en agosto. Antes actuarán en diferentes salas de Hospitalet, Zaragoza, Bilbao, Guadalajara, Murcia, Alicante, Santiago, Valladolid, Madrid o en el Gazpatzo Rock de Ayora (Valencia).
Así pues, no tardarán demasiado en aparecer fechas internacionales. Es la banda de Burriana muy seguida en países como Chile, México, Argentina y Colombia, por donde tratan de girar cada año y medio. "Seguimos alucinados con que tengamos más repercusión lejos de casa que aquí, pero es así. También dentro de España nos pasa".
Pero, dónde sea y con quién sea, El Último Ke Zierre anima a disfrutar de su rock. En este caso, El lado oculto de la luna se plantea como una explosión de música que llevaba demasiado tiempo guardada. "El disco es una luna y cuando lo sacas, verás que debajo queda la Tierra cuarteada, como a punto de explosionar. Es lo que queremos transmitir. También, porque no nos olvidamos de que el planeta está mal por el maltrato que le damos. Controlas habla de ese caos".