Último pleno del añoELCHE. En el último pleno del Ayuntamiento de Elche antes de los comicios de mayo, el tripartito logró arrancar de la sesión plenaria el anunciado segundo plan extraordinario de inversiones, de casi 20 millones de euros, gracias al remanente de tesorería. Lo hizo gracias a la abstención de la oposición, que optó por no bloquearlo, a pesar de que lo consideran "electoralista". De hecho, la realidad es que de momento es poco más que una declaración de intenciones, ya que ni se podrá ejecutar hasta después de mayo, ni hay proyectos redactados.
En cualquier caso, el problema de este plan, que lleva aderezados algunos pequeños proyectos de la Edusi, una estrategia que apenas ha avanzado, según el Ayuntamiento trámites farragosos —a lo que hay que sumar la falta de personal y proyectos que se vuelven a rehacer—, es el mismo que el plan de inversiones para las pedanías de 3,7 millones que se anunció en su momento: no hay proyectos redactados y son un compendio de propuestas más concretas y otras que son muy abstractas. Es decir, un proyecto con una carcasa vacía en su interior por el momento. De hecho, no hay novedades sobre el primer plan para las pedanías, y ahora se ha aprobado otro de casi 20 millones, que incluye algunas de las actuaciones del primero. Pero están en el mismo punto.
Algo que le recordaron las fuerzas de la oposición, tildando el anuncio de "electoralista" y de "intentar hacer ahora lo que no se ha hecho en 4 años", al plantearlo en el último pleno. En su defensa, la edil de Hacienda Ana Arabid señala que es cuando se ha autorizado a nivel estatal para liberar el remanente para inversiones financieramente sostenibles —aquellas que no generan gastos de mantenimiento—. Dejando de lado el cruce de acusaciones —la oposición dice que no se ha contado con ellos, el gobierno que no han aportado nada—, y teniendo en cuenta que es el Ministerio el que se encarga de autorizar qué superávit se puede utilizar, será el próximo equipo de gobierno el que tenga que ejecutar este plan, en el caso de que quiera hacerlo, ya que como ha quedado de relieve durante toda la legislatura, el órgano que tiene decisiones ejecutivas es la Junta de Gobierno. Así pues, el gobierno entrante no tiene por qué seguir este plan. Y aunque la intención defiendan que no sea "electoralista", es una baza que podrá jugar el tripartito antes de irse a las elecciones.
Sin embargo, que no haya proyectos redactados ni otro tipo de gestiones, ni en este plan de inversiones ni en el anterior, no es novedad. De hecho, a pesar de que el equipo de gobierno acordó que Pimesa se encargara de proyectar un centro social en Torrellano y otro en El Altet, no ha habido más novedades; no se ha concretado cómo tienen que ser estos, ni hay plazos. Algo similar ocurre con la Estrategia Dusi, apenas se han avanzado en los proyectos que había presupuestados en 2018, sólo en la administración electrónica y la eficiencia energética, en los que habrá partidas en este plan. Representan una parte muy pequeña, y en 2019 ya tiene que haber un porcentaje mínimo ejecutado. A este contexto hay que sumar la falta de personal en Contratación, que se intenta reforzar cuando se puede, ya que hay cuello de botella con muchos contratos que licitar, por lo que toca priorizar unos proyectos y dejar en segunda línea otros. Y es algo que ralentiza las inversiones e iniciativas municipales.
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