IBI. La industria del juguete en la provincia de Alicante trabaja en el desarrollo de un demostrador de industria 4.0. a partir la captación de datos del usuario en tiempo real para validar juguetes creados en base a tendencias infantiles. Este proyecto -Childmove 4.0- de carácter no económico, surge de la colaboración entre el clúster de Empresas Innovadoras Valle del Juguete (Ceiv), la Asociación de Investigación de la Industria del Juguete, Conexas y Afines (Aiju) y Miniland. El plan responde a "la necesidad de las propias empresas de poseer una mayor información sobre la importancia económica y social de avanzar hacia la industria 4.0".
Por lo tanto, el objetivo de este proyecto es aplicar los beneficios de la industria 4.0 al análisis del comportamiento de los usuarios en tiempo real, con el fin de validar juguetes creados en base a tendencias infantiles. Como resultado, se han generado herramientas para la toma de decisiones estratégicas que influyen en la empresa -desde el diseño, comunicación, marketing, estrategia empresarial-, se ha obtenido conocimiento específico sobre el consumidor final y, en último término, sobre los juguetes creados en base a tendencias infantiles. Además, el análisis de las tendencias ha servido de inspiración en la creación de nuevos productos diferenciales con alto valor añadido, para conectar con los valores del consumidor.
Llevar a cabo este proyecto ha generado cambios importantes en las empresas del clúster de empresas innovadoras del Valle del Juguete, que han mejorado su competitividad a través de la utilización de la innovación como elemento diferenciador para mantener la competitividad en el nuevo escenario global. También en la capacitación y el desarrollo de personas y su integración con la tecnología para marcar la diferencia. Asimismo, la utilización de las tecnologías con métodos innovadores y generar información y comunicación como oportunidad para alcanzar potencialidades que antes eran totalmente inviables con los medios tradicionales usados.
Además, Aiju trabaja en un proyecto europeo para afrontar los riesgos en falsificaciones. "Suponen un perjuicio tanto económico para las empresas como para la salud de los consumidores", según afirman. En el caso de los productos infantiles, las falsificaciones suponen un grave peligro para la salud de los consumidores más vulnerables, como son los niños. Según el estudio de la Euipo "Qualitative Study on Risks Posed by Counterfeits to Consumers 2019", el 80% de los productos inseguros y falsificados eran productos para niños.
