negociará la venta directa con posibles interesados

El Puerto hace caja con el barco-restaurante pero no se libra de él: el inversor chino renuncia

2/05/2019 - 

ALICANTE. La Autoridad Portuaria de Alicante obtiene ahora ingresos imprevistos por el amarre forzoso del barco-restaurante réplica del Santísima Trinidad, asumido tras el impago de las tasas portuarias por parte de su última empresa propietaria, que dispuso de una concesión para su atraque en el dique de Levante. Se trata de una suma de 7.600 euros correspondiente a la fianza depositada por la empresa Santísima Trinidad Excursiones, que se había convertido en su adjudicataria en el proceso de enajenación directa convocado por el Puerto para desprenderse de él y liberar el espacio que ocupa ahora, en el muelle 7.

La Autoridad Portuaria se ha incautado ahora de ese aval, ingresado como garantía de la compra, después de que dicha mercantil haya desistido de su adquisición. Santísima Trinidad Excursiones, administrada por un inversor de nacionalidad china y participada por empresarios de Benidorm, había presentado una oferta de 25.000 euros para asumir la embarcación, con la intención de trasladarla hasta el municipio de la Marina Baixa.

De hecho, portavoces de dicha sociedad habían llegado a anunciar, incluso, planes para restaurar el barco y darle un uso recreativo-museístico, tras lograr los permisos para fondearlo en el entorno del Rincón de Loix.  


Sin embargo, Santísima Trinidad Excursiones no completó la operación de compra en el plazo requerido. La adjudicación se notificó el pasado 7 de febrero y, de acuerdo con las bases de la convocatoria, disponía de 15 días para satisfacer el importe de compra, además de un plazo adicional de otros dos meses para proceder a su traslado fuera de las aguas del Puerto de Alicante.

La empresa dejó que ese límite temporal transcurriese sin desembolsar el importe de compra, por lo que la Autoridad Portuaria resolvió revocar la adjudicación e incautarse de la garantía depositada por Santísima Trinidad Excursiones, en una resolución firmada el pasado 12 de marzo.

Ahora, según las fuentes consultadas, el objetivo de la Autoridad Portuaria es volver a estudiar ofertas de adquisición de cualquier interesado en asumir la réplica del galeón, ya que el segundo licitador que había presentado oferta en el proceso también ha desistido de su compra. En esta tercera ocasión, no habrá proceso abierto a la pública concurrencia, sino negociación directa con los posibles compradores que puedan presentarse.

Como ha contado este diario, la primera convocatoria de subasta partió con un precio de salida de 152.000 euros y tuvo que declararse desierta, ya que se cerró sin que se registrase ningún postor. El Puerto optó, después, por un proceso de venta directa al mejor precio, para el que requirió de la autorización de la Abogacía del Estado. Finalmente, en su dictamen de asesoría legal se respaldó ese proceso, tras acreditarse que el bien a enajenar era un bien "obsoleto, perecedero o deteriorado por el uso".

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