Teresa Belmonte (PP), alcaldesa de Bigastro y actual presidenta del consorcio. Foto: APALICANTE. De materializarse el lunes 25 de abril la moción de censura firmada por PSOE, Cs y Cambiemos en el Ayuntamiento de Orihuela, cambiaría el peso del PSOE en el Consorcio de Residuos Vega Baja Sostenible. Otra cuestión distinta es si a falta de un año para las elecciones e inmerso el consorcio en plena tramitación para poner en marcha la planta de transferencia de Dolores le interesa al PSOE provocar un cambio en la presidencia.
Si finalmente, tal y como está previsto, se consuma el cambio de gobierno en Orihuela a favor del PSOE con Carolina Gracia a la cabeza y acompañada de los cinco ediles de Cs, la balanza en el consorcio daría la vuelta. El consorcio de residuos de la Vega Baja está compuesto por representantes de cada uno de los 27 Ayuntamientos de la comarca y cuyo peso es del 60 %. El resto corresponde en un 19 % a la Diputación de Alicante y el 21 % en la Generalitat. Además de que más de la mitad de los municipios de la Vega Baja están gobernados por un alcalde socialista o forman gobierno con Cs, el voto es ponderado en función de la población. Por esta razón, de llegar el PSOE a la alcaldía de la segunda ciudad con mayor habitantes de la comarca, Orihuela, obtendrían la mayoría al consorcio. Además, como adelantó este diario ayer, en el futurible gobierno oriolano, las concejalías de Agricultura, Medio Ambiente y Recogida de Residuos Sólidos Urbanos las ostentaría el PSOE.
Fuentes consultadas del PSOE comarcal se preguntan si interesaría hacer un cambio de poderes en el consorcio. Un debate, añaden, que habrá que tratar cuando se materialice la moción de censura. Su actual presidenta, la alcaldesa de Bigastro, Teresa Belmonte (PP) señalaba este jueves que independientemente del color político hay un plan de gestión de residuos a nivel autonómico al que hay que ceñirse. No obstante, ha añadido que juega un papel predominante la capacidad dialogante para llegar a acuerdos como el alcanzado con la contratista de la planta de Dolores que reclamaba una indemnización de diez millones de euros. “Si la moción de censura tiene un cambio, pediré que sean responsables” añadía.
La semana pasada, representantes socialistas en el Consorcio de Residuos exigían a la presidencia que cumpliera con la última resolución de la Dirección General de Calidad y Educación Ambiental. En ella ordenaba al consorcio la puesta en marcha inmediata de la estación de transferencia de Dolores.
Belmonte argumentaba este miércoles las razones que explican el retraso para que estas instalaciones entren en funcionamiento. En junio, un vecino presentó un recurso contencioso administrativo al considerar que la licencia de obras y la licencia ambiental no se había tramitado de forma correcta, donde se exigía que como medida cautelar se paralizaran las obras. Estaba construida al 70 %. Después de exigir al Ayuntamiento de Dolores por escrito de la asesoría jurídica que podían continuar con las obras, prosiguieron. Debido a una serie de deficiencias y retrasos en el suministro de una serie de materiales, no se recepcionó hasta mediados de diciembre. Aún así, añadía Belmonte, un informe recogía una serie de deficiencias que aún no tienen conocimiento que Vaersa haya subsanado, como tampoco tienen la comunicación de que disponen de la licencia de actividad. “Con esto es totalmente imposible cumplir con lo que decía la resolución de la consellería” afirmaba.
Los 27 municipios que conforman el Consorcio Vega Baja Sostenible están invitados a participar en la mayor limpieza de residuos de parajes naturales del territorio. La localidad que más residuos por habitante recoja recibirá como premio una trituradora de podas, una máquina que reduce el volumen de los residuos orgánicos y que permite reaprovecharlos para hacer compost. Ya se han inscrito 11 ayuntamientos y más de 1.000 voluntarios que limpiarán los espacios naturales más representativos de la comarca. Aquellos interesados en ser voluntarios pueden dirigirse a sus ayuntamientos para más información sobre cómo participar o hacerlo a través de las redes sociales del Consorcio.
Esta limpieza colectiva se enmarca en la iniciativa Let’s Clean Up Europe, una campaña formada por acciones colectivas a través de toda Europa. El objetivo es evitar la contaminación provocada por los vertidos en los espacios naturales a través de encuentros de voluntarios.
Teresa Belmonte ha querido realizar un resumen “de lo mucho que hemos avanzado en esta legislatura, pues hemos sido de los Consorcios de la Comunidad Valenciana últimos en arrancar, pero que más gestión hemos realizado en pocos meses”. Ejemplo de ello es la próxima constitución, a partir del lunes próximo, del Consejo de Participación Ciudadana. “De los trece consorcios de residuos de la Comunidad Valenciana, sólo tres tienen actualmente un Consejo de Participación constituido, y nuestro Consorcio va a ser el cuarto en hacerlo”, según la Presidenta del Consorcio.
Además, añade, es el único y el primero que se ha abierto “a la participación de todo tipo de colectivos sociales, desde sindicatos hasta asociaciones de vecinos, pasando por asociaciones ecologistas”. Para Teresa Belmonte “la participación ciudadana va a ser, como ya dije, un eje fundamental en nuestra gestión para ayudarnos a conseguir avanzar en los objetivos de reducción de residuos, recuperación y reciclaje que nos marca Europa y conseguir una economía circular”.
