ALICANTE. Del 20 al 22 de octubre se celebró el XXVII Congreso Nacional de Empresa Familiar, donde se reunieron más de seiscientas empresas familiares de toda España. Durante el evento se realizó una encuesta en la que, entre otras cuestiones, se valoraba la situación económica del país, que ha mejorado sobre la valoración del año anterior (5,55 sobre 9) y en la que, ante la pregunta sobre el crecimiento de la economía española, un 59% manifestaba que habrá un moderado aumento de la actividad, con una limitada creación neta de empleo; con un incremento en la cifra de ventas (60%) y en el incremento de plantilla (42%).
Estos datos coinciden con los que conocemos sobre las perspectivas económicas de la provincia, que van a seguir instaladas en una senda de crecimiento moderado, en el que las empresas familiares van a mantener y conservar esa función estratégica y determinante que desarrollan a través de su actividad en nuestra economía. También se ofrecían datos actualizados del peso de la empresa familiar en nuestra economía. Estos modelos de negocio son únicos por sus características y valores particulares, representando más del 92% en nuestro país y casi un 94% en nuestra provincia. El arraigo territorial y la visión a largo plazo que caracterizan a las empresas familiares las convierte en actores esenciales de la estabilidad económica, aportando fortaleza y resiliencia a la provincia.
El estudio realizado por el Instituto de Empresa Familiar y las Asociaciones Territoriales, entre las que se encuentra AEFA, destaca el protagonismo de las empresas familiares en España. La mayoría de estas empresas asociadas supera los cincuenta años de antigüedad y, en el 80,4% de los casos, la familia propietaria mantiene el 100% de la participación. Además, el creciente papel de la mujer en las empresas familiares es otro de los hitos que debemos remarcar. Esta participación siempre ha sido mayor en este tipo de empresas y hoy en día, gracias a la evolución de la sociedad en su conjunto, el 40% de los empleados en estas empresas son mujeres, con una presencia cada vez mayor en puestos de responsabilidad.
Los valores y la transparencia son fundamentales para la gobernanza, según el 72% de las empresas asociadas, mientras que los principales obstáculos para el crecimiento son las barreras administrativas (36%), la escasez de talento (34%) y la alta competencia sectorial (33%). A pesar de esto, el 44% considera que el carácter familiar favorece su crecimiento, destacando la agilidad en la toma de decisiones y la reinversión de beneficios. Así, uno de los mayores retos a los que se enfrentan las empresas familiares es la transición generacional. Con la intención de ayudar a las empresas familiares en ese cambio generacional hemos continuado manteniendo contactos con el Consell para ampliar el grado de consanguinidad del Impuesto de Sucesiones y Donaciones al que se puede aplicar la bonificación del 99%, que existe actualmente. Pero, para que las empresas familiares puedan continuar con su actividad en nuestra provincia, y sigan apostando por la innovación, la sostenibilidad y la responsabilidad social, es fundamental que las administraciones entiendan todo lo bueno que aportamos a la sociedad.
Como desafío inmediato, debemos ser capaces de volver a motivar a las personas, de hacer que se sientan orgullosas de pertenecer a nuestro proyecto empresarial. Atraer ese talento, esas actitudes positivas, hacia nuestro proyecto de empresa es esencial en la carrera de la competitividad y en la cadena de valor de las empresas familiares. Una vez más, debemos trabajar junto a las administraciones, evitando propuestas indiscriminadas de incrementos salariales o reducción de horarios, puesto que tendrían el efecto contrario al deseado; sin embargo, una reducción de las cargas fiscales sobre el trabajo y sobre los sueldos tendría ese efecto positivo en toda la economía a través del incremento del empleo y de las rentas disponibles. Esa es la línea que defendemos.
Desde AEFA, continuaremos apostando por la formación para orientar a las empresas familiares de esta provincia y darles herramientas para que crezcan en base a sus valores y a la excelencia.
No puedo terminar sin dedicar unas palabras a la reciente tragedia provocada por la DANA, en las provincias de Valencia y Albacete. Tristemente, el resultado ha sido desgarrador, tanto en pérdida de personas, algo ya irremplazable, como en una devastación material y emocional que nos llena de inquietud y tristeza. Una vez más, y más que nunca, la sociedad civil, tanto de forma individual como colectiva, ha demostrado una gran solidaridad ayudando de una manera que conmueve profundamente. También, como tantas otras veces, las empresas familiares han dado la cara, contribuyendo de inmediato con materiales necesarios de toda índole, maquinaria y personas desplazadas donde hiciese falta, y con apoyo financiero para cubrir la gran cantidad de necesidades que ahora tienen.
* Maite Antón es presidenta de AEFA
