ciudadana / OPINIÓN

El 'Procés' ilicitano

14/04/2019 - 

En las próximas elecciones municipales los electores de Elche tenemos muchas opciones para votar, ¡¡qué maravilla!! No hace mucho tiempo teníamos un bipartidismo consolidado o el riesgo de perder el voto. Entre las novedades que ustedes ya pueden conocer, Contigo, partido formado de la noche a la mañana con descontentos de Ciudadanos, Vox, Podemos, etc., yo quiero destacar la coalición electoral Decídete, Elígete, fruto de dos partidos de reciente creación el partido Elige Torrellano y El Altet Decide que comparten inquietudes y descontento respecto de la gestión municipal. En Torrellano, la comunidad educativa lleva tiempo protestando enérgicamente por las deficiencias del Colegio de La Paz y la necesidad de un nuevo centro.

Lo del partido del Altet y su deseo de independencia ya tiene su recorrido. El iter del procés ilicitano se inició ya en las elecciones municipales de 1987, donde se presentó la Agrupación independiente de Elche (AIE), aunque obtuvo sólo 0,8% de los votos, concretamente 681. Después, por el año 92 iniciaron un expediente contencioso para constituirse en Entidad Local Menor y no prosperó judicialmente. En el año 2007 ya se presentó a las elecciones municipales una agrupación de Torrellano y el Altet.

Histórico electoral:

1987
Agrupación independiente de Elche (AIE)
 681 votos
0,80%
1995
Partido Independiente de vecinos por el Altet (PIVA)
1183 votos
1,15%
1999
PIVA
 706 votos
0,73%
2007
Agrupación Popular Torrellano y el Altet (APTA)
2706 votos
2,61%


Recientemente, llevan dos años reivindicando la independencia, primero como plataforma ciudadana y ahora como partido político. Intentaron contagiar al pedáneo de Arenales pero aunque éste es bastante reivindicativo con el Ayuntamiento, no considera que la independencia sea la solución. El problema del Ayuntamiento con El Altet ha existido desde siempre, pero ahora se suma con más fuerza Torrellano. El fondo de las protesta es la falta de inversiones y dejadez, muchos años de dejadez. Es la acumulación de mucho enfado.

El núcleo urbano de la ciudad suele monopolizar casi todos los servicios que puede ofrecer un municipio a sus ciudadanos; la atención médica, la administración, los centros educativos o culturales y el ocio con sus diversas posibilidades. Pero las pedanías también tienen sus necesidades y los recursos parece que no llegan cuando sin embargo sí se pagan impuestos.

En la playa de Arenales están edificando “otro pueblo”. Si se dan un paseo por la zona Costa Blanca, verán una gran cantidad de grúas de construcción y multitud de edificaciones pero sus vecinos tienen que ir a buscar los servicios a Santa Pola o Alicante. Dentro de poco acudirá la concejala de Turismo a poner las banderas azules y ahí acaba la visita anual de las autoridades a Arenales.

Los vecinos de La Marina también han protestado bastantes veces esta legislatura contra el Plan de Protección al Litoral aprobado por la Generalitat Valenciana (Pativel). La coalición nueva del Altet-Torrellano puede tener su atractivo. Una campaña electoral reivindicativa y su capacidad para empatizar con electores descontentos de otras partidas rurales o vecinos del barrio de San Antón, que también tienen lo suyo, puede provocar alguna sorpresa.

El sector de las pedanías cuenta con unos 30.000 electores. Por tanto hay potencial para obtener representación en el Ayuntamiento y con una corporación fragmentada existen las posibilidades para situarse en una posición de presión. Ya se verá también si la lucha por la mejora de las pedanías y de los vecinos que allí habitan es defendida más allá de los resultados electorales.

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