ALICANTE. La negociación del presupuesto del Ayuntamiento de Alicante para 2019 se adentra en su fase definitiva. El Gobierno del PP, a través de su concejal de Hacienda, Carlos Castillo, prevé mantener este viernes dos nuevas reuniones con los representantes de Guanyar y de Ciudadanos (Cs) con la intención de tratar de cerrar su posible respaldo a la propuesta de planificación económica: la primera libre de la supervisión del Ministerio de Hacienda tras la cancelación del plan de ajuste y que, además, se extiende sobre un año electoral. Hasta ahora, poco ha trascendido sobre la propuesta económica que plantea el PP, al margen de que tendría obligaciones ineludibles de gasto por 16 millones de euros, relacionadas con proyectos que dependen de subvenciones de otras administraciones. Es lo que sucede, por ejemplo, con las actuaciones contempladas en el plan de reurbanización de Las Cigarreras, cofinanciada por la Unión Europea como estrategia DUSI.
Las dos citas con Guanyar y Cs podrían resultar claves -puede que decisivas- para conocer el progreso de las cuentas antes de que finalice 2018, ya que se trata de convocar un pleno extraordinario para su aprobación provisional en torno al 15 de enero o, como mínimo, elevarlo al debate de la sesión ordinaria de ese mes, el jueves 31. Los populares, con 8 concejales en una corporación de 29 ediles, necesitan sumar más votos a favor que en contra (mayoría simple), por lo que, como mínimo, requieren del voto positivo o la abstención de otros siete concejales para superar a un hipotético bloque en contra que podrían llegar a formar PSOE y Compromís, con una suma de nueve concejales.
Hasta el momento, parece garantizado el apoyo explícito o tácito del edil no adscrito Fernando Sepulcre (exconcejal de Ciudadanos) en la medida en que hasta ahora no ha impedido que prosperase ningún proyecto de presupuesto desde que comenzó el actual mandato para no bloquear el funcionamiento de la ciudad, como él mismo ha venido sosteniendo en cada debate sobre las cuentas municipales. En todas esas ocasiones, bajo el mandato del socialista Gabriel Echávarri, se ha decantado por plantear enmiendas y por votar a favor, una vez incorporadas. Nada apunta a que vaya a suceder otra cosa en esta ocasión. Por lo pronto, este miércoles, Sepulcre ya respaldó al PP para aprobar el presupuesto de la Diputación Provincial, tras lograr inversiones para dos dotaciones deportivas en Alicante.
La posición de la segunda edil no adscrita, Nerea Belmonte, que -a la postre- facilitó la investidura de Luis Barcala en sustitución de Echávarri en el pleno de elección de alcalde celebrado en abril, es una incógnita y probablemente lo seguirá siendo hasta que se abra el trámite de presentación de enmiendas. Si se incorporan sus propuestas, podría votar a favor, en la línea del comportamiento que ha mantenido desde que fue expulsada del equipo de Gobierno y de Guanyar por adjudicar contratos menores de manera directa a empresas gestionadas por personas de su entorno.
Por lo que respecta a la posición de Guanyar, sigue supeditada al grado de compromiso que esté dispuesto a asumir el PP respecto a las inversiones priorizadas planteadas por la plataforma electoral. Se trata de proyectos por una suma global de 13 millones que el PP accedió a estudiar para buscarles encaje en el nuevo presupuesto de 2019, como inversiones financieramente sostenibles (a contratar con el remanente del presupuesto de 2018) o a través de modificaciones contables posteriores.
Fuentes de Guanyar apuntaron a Alicante Plaza que el PP estaría dispuesto a asumir como mínimo obras por valor de 2,4 millones para llevar a cabo las obras de reurbanización del barrio de Rabasa o el proyecto de mejora del Barranco de las Ovejas. El resto de actuaciones quedarían aplazadas, aunque asumidas a través de un documento anexo al presupuesto, a la manera del que ya se firmó con el PSOE con motivo del presupuesto de 2018. Si se produce ese acuerdo, todo parece indicar que, como mínimo, Guanyar no votará en contra para no bloquear la ejecución de esas obras: gestadas o planificadas durante su etapa en el Gobierno.
Sobre Cs (que ya planteó una mesa de negociación sobre las cuentas con PP y PSOE), todo depende igualmente de que se acepten sus propuestas: fondos para llevar a cabo la redacción del nuevo Plan General; inversiones para modernizar los polígonos industriales; una partida específica de 1,5 millones para bonificar el pago del IBI de familias con escasos recursos económicos, entre otras propuestas.
¿Y qué sucede con PSOE y Compromís? Sus dos portavoces municipales, Eva Montesinos y Natxo Bellido, lamentaron este miércoles que el equipo de Gobierno "no haya mantenido una mínima lealtad institucional", según Bellido, y no se haya reunido con ellos para negociar el presupuesto, máxime cuando se trata de una planificación que afecta a año electoral y que "tendrá que ejecutar otra corporación". "Lo normal hubiese sido pactar una propuesta conjunta para que se incluyesen propuestas de todos", añadió Montesinos.
Portavoces oficiales del equipo de Gobierno, señalaron, a colación de esas críticas, que el PP también se reuniría con socialistas y nacionalistas para presentarles su propuesta de presupuesto pero señalaron que "primero se ha tratado de negociar con los grupos que parecen más dispuestos a escuchar, como sucede con todas las negociaciones". "PSOE y Compromís entrarán en una segunda fase", añadieron.