REDOVÁN. Mayor número de contenedores, incremento de la frecuencia de la recogida de residuos, incorporación del quinto contenedor -destinado solo a orgánico- y tecnología en algunos contenedores, son las claves que protagonizan el nuevo contrato del servicio de recogida de basuras y limpieza viaria de Redován.
El próximo jueves, el equipo de gobierno llevará a pleno los pliegos de condiciones técnicas para su aprobación y con ello iniciar el proceso de licitación. Hasta el momento el servicio de recogida de residuos urbanos lo prestaba la mercantil Sirem, propiedad de Ángel Fenoll, desde 2003. Hace dos años finalizó el contrato y en la actualidad se presta bajo un contrato de tránsito. La nueva contrata se licitará por un importe base de licitación de 5,7 millones de euros -impuestos incluidos- para un periodo de doce años sin opción a prórroga. Cada uno de estos años, las arcas municipales pagarán 476.217 euros -IVA incluido. El importe es más caro que el que se está llevando a cabo en la actualidad pero recoge muchos más servicios y mejoras. El importe no incluye el tratamiento y eliminación de los residuos, lo asumirá el Ayuntamiento.
En cuanto a las mejoras más destacadas se incorpora el contendeor de fracción orgánica, uno de los pocos municipios de la comarca que contará con ello. De esta forma se pretende ampliar el reciclaje y emplear estos residuos como compostaje. El consistorio, según señala el edil de Hacienda, Adrián Ballester, acudirá a la próxima convocatoria de la diputación con la que permitirá instalar una planta de compostaje local y los vecinos que lo deseen podrán disponer de abono. "Es un compromiso medioambiental que adoptamos con el que se trata de tener un contrato más sostenible" señala.
Otra de las mejoras que incorporará este servicio es la frecuencia de la recogida de los residuos. El contrato en vigor, la recogida de basura es de seis días a la semana y en la nueva adjudicación se establece los siete días de la semana. En cuanto a enseres pasará de un día a dos. Otro de los cambios que se incorpora es el nuevo horario para la recogida. Se hará a primera hora de la mañana. Además se aumetará el número de todos los tipos de contenedores.
La tecnología también va a estar presente. Muchos contenedores, principalmente aquellos ubicados en áreas diseminadas y en los puntos de mayor concentración urbana. Éstos contarán con un sensor que alerte en el momento en el que se sobrepase la capacidad admitida por un contenedor. Es una forma, señala tanto la alcaldesa, Nely Ruiz, y el edil de Hacienda, de fiscalizar a la mercantil adjudicataria para que lleve a cabo el servicio con las mejores garantías y prestaciones. La tecnología también estará en los camiones a través de un GPS para contar con un control también de los vehículos. "Vamos a fiscalizar este contrato y estos datos nos darán si se está cumpliendo con él" explica Ballester. Esta tarea la desarrollará también un agente externo, que deberá informar "puntualmente del cumplimiento de todas las cláusulas incorporadas".
En cuanto a los requisitos imprescindibles recogidos como cláusulas, la mercantil deberá disponer de una instalación propia en Redován o en un radio de pocos kilómetros. Es una condición que ya incluyeron con el contrato con Hidraqua. Con esta cláusula pretenden garantizar que la empresa satisfaga cualquier imprevisto e incidencia en un plazo de tiempo muy corto.
La mesa de contratación contará con la presencia de técnicos municipales y de la Diputación Provincial de Alicante. Se ha descartado la municipalización del servicio, según señala el edil de Hacienda, por una cuestión económica -"sería más caro si lo hiciese el Ayuntamiento"- y atendiendo a razones de logística -"no hay capacidad para ejecutarlo"- por parte del consistorio.