ALICANTE. Ni es nueva la imagen ni tiene solución a corto plazo, más allá de que el estadio José Rico Pérez pueda ser empleado también para entrenar, algo que a corto plazo está descartado para preservar su césped tras el duro verano que ha vivido.
El Hércules de Lluís Planagumà regresaba este miércoles al trabajo para preparar el choque del próximo domingo frente al Villarreal B. Los blanquiazules que, salvo un corto 'stage' de dos días en La Finca de Algorfa, han venido ejercitándose en el estadio Joaquín Villar desde el inicio de la pretemporada, se veían empujados a cambiar de escenario para la sesión de este miércoles ante el pésimo estado del terreno de juego de esa instalación, responsable de la mayoría de las lesiones que han lastrado la preparación estas semanas, incluida la de Felipe Alfonso, el último en ocupar una cama en la enfermería y que se ejercitaba junto a Alejandro Alfaro y Carlos Martínez al margen del grupo.
Como de acuerdo con la planificación y lo que quería trabajar a cinco días para el partido el tipo de superficie (sí sus dimensiones) no resultaba tan importante, Planagumà decidió aprovechar para trasladar el entrenamiento al campo de césped artificial del antiguo hipódromo (el de la Ciudad Deportiva todavía no está disponible).
Eso sí, este jueves el equipo vuelve a entrenar en el Joaquín Villar, mientras que el José Rico Pérez no parece que lo vaya a pisar hasta el día del partido.