BIGASTRO. El exalcalde de Bigastro, José Joaquín Moya, ha aceptado otros 27 meses de prisión, tras la condena esta semana a cuatro años y medio de cárcel por apropiarse de más de 300.000 euros del Ayuntamiento. En esta ocasión se juzgaba si había utilizado la tarjeta municipal para pagar gastos de forma indebida. Moya, en esta ocasión, ha aceptado los cargos a cambio de reducir considerablemente la pena y evitar el juicio, pues la sentencia llega tras un acuerdo de conformidad en una causa por la que la Fiscalía pedía ocho años de prisión por un delito continuado de malversación de caudales públicos y de nueve años de inhabilitación para el desempeño de funciones de alcalde por un delito de prevaricación.
El Ministerio Fiscal mantenía que, entre los años 2004 y 2007 el primer edil ordenó el libramiento mediante cheques o pagarés, de más de 63.000 euros que se ingresaban en cuentas de empresas de su propiedad o con las que tenía relación. La Fiscalía añade que entre 2004 y 208, el exalcalde cobró numerosas cantidades de dinero, hasta 96.000 euros, a cargo de los fondos municipales sin presentar ninguna justificación. Según el relato del ministerio Público, el otro encausado, Secretario-Interventor municipal, asumió y admitió este uso indebido y la disposición del dinero público, sin ejercer el control del gasto y la fiscalización de las operaciones, por lo que ha sido condenado a un año y tres meses de prisión.
El acuerdo de conformidad llega tras una sentencia que se ha conocido esta semana en la que el exalcalde fue condenado a cuatro años y medio de prisión en una pieza separada de la que se iba a jugar hoy. Tras esa sentencia, la defensa ha cambiado de estrategia y ha pasado de negar los hechos a aceptarlos a cambio de una considerable reducción de la pena.
