CALLOSA D'EN SARRIÀ. Las elecciones locales en Callosa d'en Sarrià están dejando relucir las malas relaciones que existen todavía entre el PSOE y Compromís en el municipio. Nada tiene que ver el acercamiento para reeditar el Botanic a nivel autonómico, con lo que ocurre en este municipio de la comarca de la Marina Baixa. Según las fuentes consultadas por este diario, las relaciones entre ambas formaciones siguen encalladas, y sin visos de mejorar para que puedan conservar la alcaldía.
Los números después del 26 de mayo hacen obligatorio su unión. La mayoría está en siete concejales. El PP consiguió cinco, el PSOE logró cuatro, los mismos que Compromís. Pero esta vez, con menos votos que los socialistas.
Hace cuatro años rubricaron un acuerdo entre los dos partidos por los que la alcaldía fue a parar para el que era candidato de Compromís, estaban por encima en votos. En esta ocasión, las tornas han cambiado, y las relaciones han empeorado. Tanto que a un año de las elecciones incluso rompieron el pacto y el PSOE dejó el gobierno. Fuentes de Compromís aseguran que el enfrentamiento del PSOE fue duro y las posturas siguen lejanas. Asimismo, explicaron que las negociaciones están abiertas tanto para el PP como para el PSOE.
Tal y como ha podido saber Alicante Plaza, el PP tendría en bandeja el gobierno gracias a ser la fuerza más votada. Eso sería así si al final no consiguen ningún acuerdo entre las dos posiciones de izquierdas. La candidata del PSOE, Mari Carmen Mascaró, explicó a este diario que les han llegado a ofrecer la primera tenencia de alcaldía y la mitad de las concejalías. Pero también ha sido rechazado.
Por su parte, la candidata de la coalición valencianista Lumi Puigcerver señaló que ellos quieren abordar los acuerdos de gobierno cara a cara, y no a través de un correo electrónico. Asimismo, explicaron que ya se han sentado con el PP, y ahora tocaba con PSOE, descartando que se haya cerrado las negociaciones con ellos.
De este modo, el PP estaría más cerca de hacerse con el control del municipio, no obstante, afrontaría cuatro años de gobierno en minoría, donde las negociaciones con la oposición para sacar adelante sus propuestas serán constantes, olvidando las mayorías con las que ha gobernado los populares en la historia de la ciudad.