Imagaen de archivo de la sierra de Callosa de Segura. Foto: APALICANTE. La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transcición Ecológica ha iniciado los trámites para declarar a la sierra de Orihuela, la de Callosa de Segura y de Crevillente como zonas especiales de conservación (ZEC). Estos relieves montañosos están catalogados ahora como lugares de importancia comunitaria (LIC). Esta última calificación inició su declaración en julio de 2012, por la entonces Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Meido Ambiente.
Uno de los pasos para concluir la catalogación de ZEC de estos tres espacios lo dio ayer la Conselleria al publicar la versión preliminar del proyecto y anunciar la exposición pública. En este propósito también incluye lo que llama sierras del sur de Alicante y catalogada como zona de especial protección para las aves (ZEPA). Este conjunto montañoso aglutina a nueve municipios de tres comarcas distintas: Albatera, Aspe, Callosa de Segura, Cox, Crevillen, Hondón de las Nieves, Hondón de los Frailes, Orihuela y Redován. La superficie total asciende a 8.635,95 ha.
Estos LIC son espacios catalogados como tal por las administraciones autonómicas por su contribución a restaurar los ecosistemas y la biodiversidad. Con la tramitación de este proyecto, las zonas en cuestión ascenderían un peldaño más en su protección y conservación ya que las ZEC son designadas por la Comisión Europea, y por tanto exigen y requieren medidas especiales de conservación.
En el caso de los espacios montañosos íntegramente en la Vega Baja, la sierra de Callosa de Segura, -abarca al propio municipio y ha Cox Redován- la ZEC sumaría 663,49 ha y en la sierra de Orihuela 1.671,60 ha. A medidados de diciembre, la Conselleria inició el mismo trámite para la Serra de la Safor, Valls de la Marina, Riu Gorgos, Aitana, Serrella i Puigcampana y Serres del Ferrer i Bèrnia.
Uno de los objetivos prioritarios es la protección de los ecosistemas en estos espacios naturales y establecer la relación por lo que se consideran actividades potencialmente contaminantes del suelo. En la sierra de Orihuela, con una altura máxima de 634 m, lo que más predomina es la extensión de pinares mediterráneos, ocupando 381 ha, el 22,8% de toda la superficie. Le siguen los matorrales termomediterráneos con una ocupación del 18,7% y con un 8,4% las pendientes rocosas calcícolas con vegetación. El resto de vegetación y elementos analizados se sitúa por debajo del 6%.
En el caso de la sierra de Callosa de Segura, la superficie predominante, con 242 ha -36,5%- es la de matorrales termomediterráneos. Le sigue con un 14,7% las zonas subestépicas de gramíneas, bosques de olea y ceratonia con un 12,4% y las pendientes rocosas calcícolas con vegetación con un 11,4%. La sierra de Crevillent al igual que en la de Callosa, predomina por la presencia de zonas subestépicas de gramíneas, con el 26,2%, pero cuenta con mayor biodiversidad.
Para afrontar las conservación de estos espacios montañosos, el proyecto del Consell pone enfásis en la identificación de las presiones, impactos y amenzas. Una de ellas son los incendios. En las consideradas sierras del sur de Alicante, la de Crevillent, Callosa y Orihuela, entre 2000 y 2020 se registraron 25 incendios, que afectaron a 4,02 ha. Once de ellos fueron catalogados como intencionados, siete provocados por un rayo, seis por negligencia y uno ha sido archivado como causa desconocida. Otro de los elementos a los que prestar especial atención son los vertederos de materiales inertes y residuos domésticos. Además del impacto paisajístico y contaminación del suelo y del agua, repercutiría en los hábitats y especies naturales.
Otro de los elementos al que las administraciones competentes tienen que poner el foco es en la eliminación de las especies invasivas vegetales. Entre 2016 y 2019 llevaron a cabo actuaciones para eliminar las especies más invasivas. Una de ellas, con un alto potencial invasor es la Cylindropuntia pallida, un cactus arbustivo. La sierra de Orihuela fue de las más afectadas por la invasión de esta especie.
Las zonas urbanizadas para la construcción de viviendas y la urbanización dispersa suponen otro de los elementos a tener en cuenta. El ZEC para Callosa de Segura es el que, a pesar de ser el de menor dimensiones de los tres, es el que cuenta con la mayor parte de sus límites colindantes con núcleos urbanos, urbanizaciones o polígonos industriales. En la sierra de Crevillent se concentra el mayor número y densidad de edificaciones. Estos elementos, según recoge el proyecto, además de reducir y fragmentar el área de distribución de las especies y de los hábitats, conlleva a la aparición de otras actuaciones adheridas como la construcción de vías de comunicación. Todo ello, y con el incremento de la afluencia de visitantes, contribuye a provocar una presión negativa para las poblaciones de especies y sus hábitats naturales.
El documento, de acceso público, contempla y presupuesta una serie de medidas necesarias que llevar a cabo. Todas ellas se han cuantificado en 598.473 euros, cuya financiación correría a cargo de diferentes administraciones. Entre estas medidas se contempla el estudio y seguimiento de los hábitats, seguimiento del estado de conservación de las especies, conservación, control de especies exóticas invasoras, prevención de incendios forestales. La más cuantiosa es la medida de conservación y mejora de los hábitats dirigidos a matarrolaes arborescentes, con un presupuesto que asciende a 242.217 euros.
