ELCHE. En el pasado mes de junio, desde la concejalía de Movilidad Sostenible se informó que se iban a habilitar carriles bici provisionales este mismo verano mediante pintura o cinta y elementos de separación física en todos los puntos posibles, con vistas a mejorar el transporte por la pandemia, facilitando uno más "limpio, ágil y seguro en el contexto del coronavirus". Sin embargo, estas intervenciones en calles como Maestro Albéniz y la zona de Candalix y Traspalacio, la Avenida de Novelda o la Avenida Juan Carlos I se retrasarán a septiembre. Eso sí, ya no serán provisionales, sino definitivas.
En su momento se dijo que era con vistas a que fueran definitivos, pero habría que estudiarlos caso por caso, pero ahora se plantea habilitarlos directamente para el medio y largo plazo. Esos nuevos carriles bici serán el de Juan Carlos I y avenida de Alicante hasta el entorno de la gasolinera (unidireccional en dirección este); desde Candalix hasta el entorno del puente de Altamira (unidireccional en dirección oeste), es decir, en Maestro Albéniz; la calle José María Buck completa (unidireccional en dirección este) y la Avenida de Novelda, en la que uno de los carriles actuales de circulación pasa a ser de uso exclusivo para bus y bicicletas (la vuelta al tramo será por por calle Diagonal, que se repintará).
A este respecto, indica la edil del área Esther Díez que la tramitación del contrato está tardando más de lo previsto, ya que se le dará un carácter "más definitivo" para que empiecen las obras en septiembre y permitan que estos carriles duren más. De hecho la concejala ya habla de los "próximos años", así que mientras se sigue reformulando la movilidad en la ciudad, estos carriles bici, que en casos como el de Maestro Albéniz —hasta el semáforo que cruza esta calle con el Paseo de la Estación hasta el puente— se le quitará uno de los dos carriles de circulación al vehículo privado.
No obstante, los informes de la concejalía en casos como el de esta céntrica vía, señalan que el tráfico puede ser asumido en uno de ellos, aunque hay que replantear el proyecto ya que por allí seguirá pasando el autobús. Están reformulando la iniciativa porque se tiene que dotar a estas calles de elementos definitivos y por tanto más seguros, y no provisionales con pintura o cinta, por lo que puede ser que el presupuesto pensado para las intervenciones —a través de un contrato menor de unos 48.000 euros—, se quede corto. En ese caso, tendrán que complementar esas actuaciones con más dinero de la línea presupuestaria para carril bici. Si se superan los 50.000 euros, la actual normativa de contratos públicos obligará a sacar a concurso público la actuación.
Se trata de una medida, como las de la Corredora y la Plaça de Baix, que han sido criticadas por la oposición. En este caso, desde Ciudadanos denunciaban hace unos días que "no tiene sentido alguno eliminar un carril de estas calles para colocar un carril bici porque se crearía sin duda un embudo de los vehículos que accedan desde Alicante, Altabix, Santa Pola o desde el camino del pantano".