El Camp d'Elx se riega con cine en un 'film fest' que busca ofrecer más que cortos

ELCHE. Contar la agricultura y el medioambiente a través del audiovisual es la esencia con la que ha nacido Camp d'Elx Cinema Fest, una muestra internacional de cine rural y ecología impulsada por el Ayuntamiento de Elche y el Rural FilmFest. Este nuevo evento ya cultiva la que será su segunda entrega y, durante esta primera toma de contacto, ha 'regado' de cine dos de las pedanías del municipio durante dos jornadas: el 27 y 28 de noviembre, por una parte, y el 10 y 11 de diciembre, por otra. "El aforo no podía ser muy grande, pero la recepción entre la gente ha sido muy buena", asegura el concejal de Desarrollo Rural, Felip Sánchez.

La primera de estas jornadas tuvo lugar en el Centro Social de La Baia y la que hoy finaliza se está celebrando en el Centro Juvenil de La Foia. Ambas han destinado un día al público infantil y otro a todos los públicos, "aunque más dirigida al adulto", apunta el edil, que distingue que en la sesión para los pequeños y pequeñas ha habido más cortos de animación, mientras que entre los cortometrajes de adultos se han colado "desde ficción a documental".

La idea de congregar a todos los rangos de edad parte de la esencia del propio festival: "Aparte de concienciar, el Camp d'Elx Cinema Fest pretende generar esos espacios de dinamización que habitualmente no suelen suceder en las pedanías. Pensamos que la gente más joven es donde más debemos influir sobre la concienciación, el mundo rural en el que ellos viven -aunque de forma muy distinta a sus mayores- y sobre la ecología. También es verdad que aunque estamos en las pedanías está abierto a cualquier persona que quiera acudir a ver los cortos", comunica.

Esta primera edición ha arrancado con la proyección de 45 cortos de 17 países distintos bajo el paraguas del medio rural, el medioambiente, la ecología y la sostenibilidad. Si bien "no hay ninguna temática predominante -cada director lo enfoca de una manera distinta-, sí que es verdad que se han presentado muchos sobre sostenibilidad y protección del medioambiente. Al final son cuestiones en las que hoy en día estamos todos de acuerdo y las más preocupantes; proteger el medioambiente es lo que nos permite mantener el medio rural", señala Sánchez.

El país del que más cortometrajes provienen es España, aunque no es una mayoría aplastante, pues la procedencia está muy repartida, habiendo recibido el festival audiovisuales de Rusia, Singapur, Uganda, Argentina, Australia, Alemania, Sudáfrica, Canadá, Colombia, Suiza, Georgia, Turquía, Iraq, Irán, Taiwán y México. De entre estas 45 piezas hay cuatro (una por cada día de proyección) que se van a alzar con el premio del público, obteniendo así un diploma acreditativo.

Esta primera edición se ha centrado en la proyección de los cortometrajes, aunque el concejal de Desarrollo Rural tiene otros planes para él, incluyendo actividades paralelas: "Nuestra intención es que se pueda ampliar, porque con la covid-19 no podíamos añadirle mucha cosa. La idea que tenemos es de un festival que se desarrolle en diferentes pedanías y que tenga un trasfondo; que no se limite solo a las proyecciones, sino que los propios autores de los cortos puedan participar, que se den a conocer las pedanías ilicitanas, que tenga lugar a lo largo de varias jornadas y más enfocado al verano".