BENIDORM. El belga Wout Van Aert (Visma Lease a Bike) fue la estrella que más brilló en Benidorm con un espectacular triunfo en la penúltima prueba de la Copa del Mundo de ciclocrós, en la que se impuso a los mejores especialistas en una carrera emocionante y disputada de principio a fin que eliminó al gran favorito, el neerlandés Mathieu Van der Poel, víctima de una avería y una caída que le relegaron al quinto puesto.
No hubo tregua en una intensa hora de carrera que concentró la esencia del ciclismo. Del primer al último metro el espectáculo emergió en los parques de El Moralet y Foietes de Benidorm, que ofreció su mejor sol invernal para iluminar a las estrellas del ciclismo.
Wout Van Aert (Herentals, 29 años), tres veces campeón del mundo de la especialidad, volvió a lo mas alto del podio con honores, desquitándose ante Mathieu Van der Poel de la derrota que sufrió en 2023 ante su rival desde juveniles.
Esta vez, el ciclista del Visma aprovechó los percances de su enemigo íntimo para abrazar la gloria, no sin fuertes alteraciones cardíacas, pues tropezó y cayó al superar el último obstáculo. Iba lanzado, se levantó y cruzó la meta en solitario con poco más de una hora de trayecto y 3 segundos de ventaja sobre el campeón de Europa, su compatriota Michael Vanthourenhout.
Cerró el podio otro belga, Thibau Nys, quien cruzó la línea junto al líder y virtual vencedor de la Copa del Mundo, Eli Iserbyt. Afligido, pero nunca hundido, entró en quinto lugar Mathieu Van der Poel a 12 segundos. No fue un día de suerte para el pentacampeón universal de ciclocrós y mundial en ruta 2023, pues al principio lo lastró una caída, y al final una caída.
Aún así, el espectáculo de Van der Poel fue majestuoso, pues fue remontando posiciones en las primeras vueltas hasta alcanzar al grupo de Van Aert, atacó a sus rivales y solo quedó eliminado en la última vuelta tras caer en una zona de abundante arena.
En una enorme carrera en su desarrollo y en su potencial participativo, el séxtuple campeón de España Felipe Orts logró no solo entrar en el top 10, sino mejorar la novena plaza del año pasado. El ciclista de La Vila Joiosa, octavo a 21 segundos del ganador, desató el entusiasmo de los más de 17.000 espectadores que llenaron el recorrido benidormí.
Una carrera inolvidable la presenciada en "el pueblo de los rascacielos", localidad que vibra tanto con la visita de los mejores ciclistas del mundo como con el próximo Benidorm Fest de la canción eurovisiva. Los "tres tenores" del ciclocrós dieron un gran concierto, pero no ellos solos.
Van Aert, Van der Poel, el británico Tom Pidcock, la legión belga con Iserbyt y Vanthourenhout se batieron el cobre sin escatimar fuerzas. En un circuito técnico, plagado de curvas, con zonas de escaleras y otros obstáculos la pelea fue al todo o nada.
Es cierto que Van Aert tomó las riendas al ver las primeras dificultades mecánicas de Van der Poel, pero el belga asumió la responsabilidad para alejar al monstruo. Tuvo como aliados a Pidcock, quien llegó a dominar al frente del pelotón de elegidos, pero su clase y su inteligencia fueron claves.
Era su gran ocasión y debía aprovecharla. Además, la suerte le echó una mano. Van der Poel puso pie a tierra perdió 20 segundos y se despidió de alcanzar su undécima victoria en 11 carreras disputadas. Van Aert vio el cielo abierto. Atacó a Vanthourenhout y se quedó solo. Pero no estaba todo hecho a apenas 400 metros de meta.
Para asegurar tropiezos, Van Aert pasó a pie los dos últimos obstáculos, pero al tratar de subirse a la bici se cayó. Peligro. Se levantó de inmediato, apretó y puso llegar a meta con el sueño cumplido. Algo más que un triunfo. Había ganado a Van der Poel. Doble victoria.