ALICANTE. La propuesta de ordenación de los veladores de la calle Castaños y vías adyacentes que la Concejalía de Urbanismo y Ocupación de Vía Pública pretende dar a conocer este martes a la veintena de hosteleros y empresarios del ocio que regentan establecimientos en ese entorno plantea esencialmente un reajuste de su disposición en la vía pública. En concreto, se impulsa su reubicación junto a las fachadas de los edificios, de modo que los espacios centrales de ese grupo de calles peatonales queden completamente despejados. ¿Con qué fin? Con el de permitir el acceso de vehículos de emergencia (fundamentalmente, ambulancias o bomberos) sin la presencia de ningún obstáculo, en caso de que resulte necesario su intervención en alguno de los edificios de ese cuadrante.
Esa reubicación, en la que, según fuentes municipales, se lleva trabajando desde hace meses, conlleva una consecuencia directa: una lógica reducción del número de mesas y sillas a instalar. Hasta ahora no ha trascendido en qué proporción, pero la propia ordenanza de Ocupación de la Vía Pública establece que los veladores deben adaptarse a la longitud que ocupa la fachada de cada establecimiento. O lo que es lo mismo, que no pueden alargarse más allá de esos metros de fachada.
El planteamiento responde a la reclamación formulada por los residentes de ese entorno, a través de la asociación de vecinos del Centro Tradicional. La liberación de ese espacio fue, de hecho, uno de los primeros puntos recogidos en su escrito de alegaciones frente a la actualización de la Ordenanza de Ocupación de la Vía Pública, tramitada la pasada primavera. Pero no fue el único. A través de ese escrito, los residentes también reivindicaron que limitasen los permisos al entender que la zona de Castaños estaba saturada de veladores; que se redujese la franja horaria para el desarrollo de la actividad de velador, y que sólo se concediesen permisos para instalarlos a los restaurantes (es decir, no a locales de ocio). Todo, con el objetivo de que se redujesen los niveles de ruido que se registran en algunas épocas del año casi a diario y prácticamente de forma ininterrumpida desde el mediodía.
La propuesta de ordenación no satisface a los vecinos, que alegaron para que se limitase la concesión de permisos y que se redujese el horario permitido para su instalación
Esas dos peticiones, según las fuentes consultadas, no se habrían tenido en cuenta en la propuesta formulada por Urbanismo, lo que ya ha generado la crítica de los residentes. "Entendemos que se ha querido plantear una regulación intermedia para tratar de conciliar las posturas de todos, pero no nos parece suficiente, sobre todo porque lo que pedimos es que se cumpla la norma y que no se rebase el límite de ruido que marca la legislación, de 45 decibelios en horario nocturno, y ahora superamos los 75", incidieron. "Nos parece positivo que se facilite el acceso de los vehículos de emergencia porque ya se han dado casos, como un incendio registrado este verano en plena calle Castaños, en el que los bomberos tuvieron que tirar las mangueras desde la calle Teatro", señalaron. "Pero no nos parece suficiente", añadieron.
Sea como fuere, la propuesta de ordenación no deja de ser eso, una propuesta todavía sujeta a modificaciones. Máxime si se tiene en cuenta que, salvo sorpresa improbable, Guanyar dejará el equipo de Gobierno este miércoles día 15 y que la responsabilidad de plantear la aprobación de ese plan de ordenación quedará en manos del equipo de Gobierno constituido en solitario por los seis concejales del PSOE.