ALICANTE. El aeropuerto de Alicante-Elche ha reordenado su capacidad como consecuencia de la caída del tráfico comercial derivada de la crisis sanitaria del coronavirus y el cierre de fronteras decretado por el Gobierno, tras endurecer las medidas para contener la expansión del coronavirus. Durante la jornada de este martes saldrán de la terminal tan solo nueve vuelos comerciales, aunque la terminal tiene previsto seguir recibiendo servicios de emergencia, mercancías y llegado el caso aviones con españoles que regresen a sus hogares mientras dure el estado de alarma.
Durante las últimas jornadas, el aeropuerto ha estado canalizando la salida de España de los turistas que permanecían en la Costa Blanca y a los que el decreto de alarma sorprendió durante las vacaciones. Aerolíneas británicas como Jet2 organizaron una operación de repatriación de turistas de las islas durante la pasada semana. Un periodo en el que el aeropuerto ha estado funcionando con relativa normalidad (y los locales de restauración, por ejemplo, abiertos), ante la preocupación de los empleados que denunciaban la inexistencia de protocolos de prevención.
El cierre de fronteras en España se amplió en la medianoche del sábado y se aplicó también a puertos y aeropuertos, en los que durante los próximos 30 días solo se permitirá el acceso a españoles o residentes en España, en la Unión Europea y en países asociados al espacio Schengen que acrediten que están retornando a su lugar de residencia. Así, la terminal alicantina se adapta al cierre de fronteras decretado con los hoteles y alojamientos de la provincia vacíos, tras el cese de la actividad turística. Desde el miércoles, además, los hoteles están forzados a cerrar (aunque la mayoría se han adelantado al decreto del Gobierno) y algunos se utilizarán para alojar pacientes y sanitarios, como viene contando este diario.
En este sentido, fuentes de Aena explican que la terminal ha cerrado la zona de dique, que es por donde entran los pasajeros británicos, así como la zona no comunitaria. De esta forma, según las mismas fuentes, la terminal funciona al 75% de su capacidad, tanto en puertas de embarque como en zonas de recogida de equipaje. Se trata de una medida que permite al aeropuerto adaptarse a la situación actual pero seguir recibiendo vuelos, y volver a ampliar su capacidad en cuanto la situación se normalice, según las mismas fuentes.