ALICANTE. "Una programación de verano transversal y con un espacio emotivo para cada sensibilidad", esta ha sido la definición que el director artístico y musical del ADDA, Josep Vicent ha utilizado para presentar el libreto con los nuevos nombres previstos para julio y agosto en el coliseo alicantino. Programación que ya en enero fue presentada junto con el presidente del Gobierno Provincial, César Sánchez y el diputado de Cultura y Educación, César Augusto Asencio, también presentes, en la feria de turismo de Madrid, FITUR, ante un auditorio que se pretende el target principal de esta apuesta, junto con la consolidación del público local, "selecto y elitista", en palabras del propio Josep Vicent.
Una sorpresa, la del público local, que ha ido descubriendo en estos años de trabajo al frente del ADDA y que le ha obligado a un nivel de exigencia tal que ahora mismo empieza a haber un verdadero problema de capacidad ante la demanda, especialmente en el caso de la temporada sinfónica, cuya nueva programación se conocerá en breve. "Hay gente que mejora la calidad para intentar mejorar la afluencia de gente, nosotros mejoramos la calidad y ya no podemos mejorar, porque los abonos se venden, la gente se desplaza desde Madrid, coge el AVE, viene, pasa una noche, disfruta de Alicante, de los conciertos que está ofreciendo el ADDA", César Sánchez hacía una apuesta muy concreta por situar la apuesta de la programación del auditorio como el eje del turismo cultural de la provincia.
Para ello, la programación de verano 2017 se ha vestido con un ropaje internacional que la emparenta con la mejor tradición del mundo anglosajón, uno de los objetivos turísticos de la Costa Blanca, el tiempo de vuelo entre Londres y Alacant es de apenas dos horas y media, PROMS ADDA 2017, y un título genérico que engloba su filosofía de fondo, "la idea genérica es la confluencia de las diferentes culturas en una programación de amplia diversidad estética, con una meta final, que es aprender que la multiculturalidad nos lleva a la paz", GEOGRAFÍA.
18 actividades, 4 géneros nucleares que a su vez son una amalgama de estilos e influencias, el jazz, el flamenco, la world music y la música clásica, y un final de fiesta abierto que introduce los sonidos de la electrónica en el calor del verano. Y todo ello, como especificaba su director/programador, con un intenso esfuerzo presupuestario y de optimización de recursos, y mucha imaginación, ya que se ha realizado con un presupuesto que supone el 20% del que pueden manejar en su programación anual otras salas, como el Palau de la Música de València.
La presentación de esta programación se ha realizado en un libreto de diseño muy atractivo, 59 páginas con una maquetación y un grafismo que buscan la belleza, además de la información, y unos textos que juegan con el estilo. "La aventura del sonido y su capacidad para comunicar emociones como línea directriz que unifica la enorme diversidad de estilos del viaje que emprendemos juntos. Y así, la música, acabará siendo nuestro idioma común…". Línea directriz que incluso se orienta en el propio libreto, sirviendo de manual o guía para entender la transversalidad entre los participantes, marcados con naïf punto de color, verde para el jazz, rojo para el flamenco, amarillo para la world music y azul para la clásica.
Con ellos se entrecruzarán Xarxa Teatre, Michael Nyman con su Michael Nyman Band, la Joven Banda Sinfónica de la FSMCV, Richard Bona, Andrea Motis, la BVD Flamenco Big Band con David de Jacoba y Antonio Serrano, John Scofield, Chick Corea y Bela Fleck, The Manhattan Transfer, el trío de Fred Hersch, Vicente Amigo, la Kammerphilarmonie Kölhn, Diego el Cigala, Dorantes y Marina Heredia, la proyección del homenaje a Miles Davis “Miles Ahead”, Canto Ostinato, Chano Domínguez y Stefano Bollani, la noche de los PROMS con el maestra Joaquín Achucarro, la coreografía de Igor Yebra y la dirección orquestal del propio Josep Vicent, y el fin de fiesta del DJ Gianluca Tavaroli. Propuestas para todos los gustos y para todos los bolsillos, incluso los vacíos.
Especial atención, y aquí ya empieza el momento de las apuestas, por el singular duo entre el pianista Chick Corea, un veterano por tierras alicantinas, junto con el banjo de Bela Fleck, la vuelta a la terreta del alteano Antonio Serrano, heredero de Toots Thielemans, tal vez el mejor armonicista del mundo, con una plasticidad y una amplitud de registros sorprendente, y la noche de los PROMS, una apuesta por la música clásica como festividad. Sobre Michael Nyman, el espectro del sold out planea sobre el primer día de la venta de entradas.