derribo de las pantallas protectoras que forzará la suspensión de la actividad

Eiffage activa las obras de la terminal de graneles en plena disputa sobre sus permisos

7/01/2020 - 

ALICANTE. La multinacional de origen francés Eiffage prepara el inicio de los trabajos para construir la terminal específica para la manipulación de graneles en el Puerto de Alicante. Fuentes consultadas por Alicante Plaza precisaron que la compañía concesionaria de la construcción y explotación de la terminal ha programado para este mes de enero la primera fase previa para poder iniciar las obras de la nave cerrada en la que quedará organizada el desarrollo de la actividad. Esa primera fase consiste en el derribo del actual sistema de pantallas protectoras instaladas con el fin de contener la difusión de polvo y evitar la propagación de partículas a la atmósfera.

La ejecución de esas demoliciones conllevará al menos un periodo de paralización temporal de la actividad de carga y descarga con una duración todavía no determinada, pero que no se augura prolongada, ya que el objetivo de minimizar posibles perjuicios a las empresas estibadoras que hasta ahora se han venido dedicando al manejo de graneles (Bergé Marítima, Alicante Port y Cesa Alicante). A priori, la construcción de la nueva terminal no debería requerir un plazo de ejecución de más de ocho meses, en función de los primeros tiempos que se anunciaron cuando se dio a conocer la adjudicación del concurso, en julio de 2018. Esa adjudicación a cambio de 30 años de explotación se acabó ratificando en el mes de septiembre.

En todo caso, lo cierto es que el inicio de las obras llega con más de medio año de retraso respecto al calendario que la Autoridad Portuaria había barajado desde el principio. Cuando se hizo público el acuerdo de adjudicación inicial, se había previsto que los trabajos pudiesen iniciarse en abril de 2019, o como muy tarde en junio, con el fin de que la terminal pudiese estar operativa en el primer trimestre de 2020.


Sin embargo, la propuesta de modificación del proyecto presentada por Eiffage en febrero de 2019 para introducir mejoras tecnológicas en la cadena de manipulación de los graneles y ampliar las dimensiones de la terminal acabó retrasando toda su tramitación, sin que se haya podido dar inicio a su ejecución hasta este momento. Con esas mejoras, Eiffage comprometía una inversión de 12 millones y ganaba metros de altura.

Ahora, la programación del comienzo de los trabajos se produce en plena controversia sobre los permisos y autorizaciones requeridos para la construcción y puesta en marcha de esas instalaciones. En primer término, persisten las diferencias de criterio respecto a la necesidad de licencia de obra municipal. Como informó este diario, los técnicos de la Concejalía de Urbanismo mantienen que la multinacional sí debe obtener el permiso de obra, mientras que los servicios jurídicos de la compañía sostienen que puede acogerse al trámite de la declaración responsable.

Eiffage sí ha obtenido la autorización de emisiones a la atmósfera por parte de la Conselleria de Transición Ecológica. Sin embargo, las condiciones previstas en ese permiso también han motivado la crítica de la Plataforma por un Puerto Sostenible. El colectivo, en el que se agrupan asociaciones de vecinos, organizaciones ecologistas y AMPAs, ha llegado a presentar un recurso de reposición frente a esa autorización, al considerar que abre la puerta a que se lleve a cabo la descarga de graneles a cielo abierto en los momentos en los que se pueda colmatar la capacidad de tratamiento de la nave cerrada

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