ELCHE. El pasado 2 de febrero el Ayuntamiento de Elche sometió a información pública el Plan de Actuación Municipal frente a Inundaciones, que en relación a la prevención de impactos y daños de las lluvias torrenciales plantea propuestas en los tramos finales de los cinco principales cauces ilicitanos: río Vinalopó y barrancos de San Antón, del Grifo, de los Arcos y de Barbasena.
La Asociación de Amigos de los Humedales del Sur (Ahsa) ha presentado alegaciones al Plan en las que a la vez que valora positivamente medidas como la implantación de sistemas de drenaje sostenible o la construcción de tanques de tormentas, señala que el Plan "no contempla soluciones basadas en la naturaleza - en línea con la ya aprobada Ley Europea de Restauración de la Naturaleza - como actuaciones de renaturalización de cauces o zonas de laminación de avenidas". Además, pide que se tengan en cuenta el papel de los cauces como corredores ecológicos y sus requerimientos en materia de caudales ecológicos.
Los ecologistas proponen que se descarten las actuaciones generales de dragado y de regularización de la sección de los cauces, así como los encauzamientos artificiales como el propuesto para el barranco de los Arcos con cajones de hormigón, u otras actuaciones “duras” a base de piedra de escollera. También plantean que la limpieza en los cauces se limite a la retirada de residuos sólidos y de especies vegetales alóctonas, limitando las actuaciones sobre la vegetación de ribera autóctona a las necesarias para su correcta gestión ambiental. Igualmente, Ahsa advierte del impacto de la medida que el Plan propone de captación de aguas para su reutilización agrícola en los barrancos del Grifo, Barbasena y de los Arcos, aguas que dejarían de circular por dichos cauces con los consiguientes impactos negativos sobre su flora y fauna.
Los conservacionistas proponen que el Plan apueste por crear corredores verdes en torno a los cinco principales cauces ilicitanos que garanticen tanto su papel de conectores ecológicos como un adecuado nivel de evacuación hidráulica, evitando actuaciones duras y creando zonas de laminación de avenidas, a modo de humedales integrados en dichos corredores verdes, en las áreas en las que los cauces de los barrancos se difuminan en llanuras de inundación, incluyendo también la recuperación del proyecto de creación de una zona de laminación de avenidas en el área de saladar colindante con el desagüe del río Vinalopó en el azarbe d’Alt. En esa línea, AHSA considera que el Plan debe apostar decididamente por la renaturalización del cauce del río Vinalopó a su paso por el casco urbano de Elche, una medida que consideran imprescindible para reducir la velocidad y el volumen del caudal en episodios de avenidas.
Los ecologistas piden también un tanque de tormentas junto a la depuradora de Algorós para reducir el riesgo de inundación asociado al Vinalopó y evitar la contaminación que generan los desbordamientos de su sistema de saneamiento y depuración, destacando el vertido al río de grandes cantidades de productos higiénicos (toallitas), situación que se produce periódicamente coincidiendo con episodios de lluvias.
Otras medidas propuestas por Ahsa son la inclusión de medidas efectivas para no construir ni urbanizar en zonas con peligrosidad de inundación, la periódica revisión de las previsiones del riesgo de inundación para adaptarlo al actual escenario de cambio climático, que se contemple la posible rotura de la presa del Pantano de Elche, sorprendentemente omitida mientras el Plan menciona la hipotética rotura de las presas de los embalses de Crevillent, La Pedrera y Santomera, y el análisis de la influencia sobre el riesgo de inundación de la avalancha de plantas solares proyectadas en el suelo no urbanizable de Elche, hasta 36 plantas que ocuparían 430 hectáreas de distintas pedanías ilicitanas en las que las operaciones de compactación y sellado del suelo provocarán un aumento de la escorrentía superficial y una reducción de la capacidad de infiltración del suelo.