ALICANTE. Defensa del Alicante del futuro y de su nueva imagen de marca en Madrid, con mensaje de profundidad. El alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, desgranó este martes, durante el desayuno informativo organizado por Executive Forum en el Hotel Palace, su visión sobre el que, a su juicio, debería ser el modelo de ciudad para los próximos 20 años, "el que se tenía que haber pensado hace diez", y "en el que van a vivir nuestros hijos". Debe tratarse, dijo, de "un Alicante con suelo industrial de calidad para el establecimiento de empresas, un Alicante que no demonice el sector de la construcción, volviendo a facilitar no solamente instrumentos legales y seguridad jurídica para su establecimiento en la ciudad, sino asegurando que todas las empresas compitan en condiciones de igualdad en este sector, sin atajos para nadie", explicó.
Ante un nutrido grupo de representantes del mundo empresarial (el director de de Construcción en España de OHL, Jesús Montero; el director general de FCC Medio Ambiente, Jordi Payet; el presidente de la Confederación Empresarial Valenciana, Salvador Navarro; o el director de Operaciones de Transmediterránea, Manuel Baeza, entre un centenar se asistentes), señaló que el equipo de Gobierno (PSOE, Guanyar y Compromís) afronta ahora el reto de diseñar esa ciudad, "el Alicante de 2030", después de 20 años de gobierno del Partido Popular (PP) en el que, insistió, sus dirigentes fueron incapaces de aprobar un Plan General que sustituyese al de 1987 (el que sigue en vigor), después de que el último alcalde de ese partido, Miguel Valor, desistiese del trabajo que había impulsado su antecesora, Sonia Castedo, ahora procesada por el supuesto amaño de esa ordenación urbanística en favor del controvertido constructor Enrique Ortiz.
En esta línea, destacó que, cuando menos, el actual tripartito ha conseguido combatir la hipoteca reputacional que pesaba sobre la marca Alicante. "Alicante es una ciudad que hoy ya no abre las noticias ni los periódicos con asuntos de corrupción", enfatizó.
El discurso del primer edil no entra en contradicción con el contenido del acuerdo de gobierno firmado tras las municipales de 2015. En su punto 18, ese texto establece el compromiso de "elaborar un Plan General de Ordenación Urbana desde la participación, la sostenibilidad, la protección del paisaje, del patrimonio natural y cultural y un modelo de ciudad compacto que mejore y rehabilite el tejido urbano existente, con especial énfasis en la disponibilidad de suelo industrial de calidad".
Tampoco supone, en principio, ningún conflicto con las manifestaciones que, por ejemplo, ha venido realizando el vicealcalde, concejal de Urbanismo y líder de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, quien apuesta por la creación de más suelo para la instalación de empresas en el entorno de los polígonos de Las Atalayas y del Pla de la Vallonga, y por una planificación que complete las bolsas de suelo residencial todavía libres en el casco urbano consolidado. Pero las palabras de Echávarri sí subrayan que se debe desterrar cualquier tipo de apriorismo o prejuicio que se pretenda extender sobre todo un sector al que se ha querido responsabilizar en general por los efectos de desmanes particulares. En ese sentido, el primer edil sostuvo que lo importante es "diseñar un Alicante atractivo para cualquier persona sea de donde sea y venga de donde venga". No lo dijo, pero se sobreentendió el añadido de sin impedimentos ni excusas.
Echávarri incidió, además, en el giro que, en su opinión, se ha dado a la imagen y a los números de la ciudad. Señaló que, gracias al esfuerzo en la promoción, durante 2016 se realizaron 176 eventos (un aumento del 80% respecto a 2015), con un destacado protagonismo de los relacionados con el llamado turismo deportivo. En sintonía con la patronal hotelera de Alicante, APHA, sostuvo que 2016 se cerró con los mayores índices de ocupación de la historia de la ciudad, con seis millones de visitantes y casi 3 millones de pernoctaciones, y dijo que se había generado un retorno económico de cerca de 800 millones, con expectativas de superarlos este 2017 gracias al tirón de la etapa de salida de la Volvo.
De ahí que aprovechase su presencia en Madrid para reclamar el apoyo del Gobierno para que Alicante sea sede de la tercera cumbre de los líderes del sur de Europa y para que el encuentro se celebre en las dependencias de Casa Mediterráneo, el próximo mes de abril. También volvió a reivindicar el respaldo del Ejecutivo central para que España compita frente otras grandes capitales continentales para acoger la sede de la Agencia Europea del Medicamento (actualmente asentada en Londres) cuando se consume el Bréxit.
Ese supuesto, insistió, colocaría a Alicante como la candidatura nacional con más opciones, ya que, además de que ya se cuenta con el respaldo y la experiencia de la EUIPO, la ciudad dispone de infraestructuras de primer nivel. Entre ellas, el cuarto aeropuerto de España con más de 12 millones de pasajeros en 2016. Por ello, añadió, sólo falta "creérnoslo" y recuperar la unión institucional entre distintos actores sociales, civiles y políticos, con ejemplos como el uso compartido del Auditorio Provincial como Palacio de Congresos.
Su conferencia fue seguida, además, por representantes políticos y sociales como el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, el director ejecutivo de la EUIPO, Luis Berenguer, o representantes de las embajadas de Venezuela, Serbia, Argelia, Rusia, Bosnia y Herzegovina, Estados Unidos, Bulgaria, Suecia y Reino Unido.