ALICANTE. El proyecto promovido por el Grupo Imed para rehabilitar y transformar el antiguo Asilo de Benalúa de Alicante en un hospital privado tendrá más complicaciones de las esperadas. Un informe remitido por la Conselleria de Cultura, en respuesta a la petición cursada por la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante el pasado 5 de abril, refleja que el inmueble en cuestión, propiedad del Obispado de Orihuela-Alicante, fue expuesto al público como Bien de Relevancia Local (BRL) en la propuesta de catálogo de protecciones impulsada por el ya extinto tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís), por lo que se encuentra "en régimen transitorio de protección", de acuerdo con el artículo 47.5 de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano.
En dicho artículo se establece expresamente que: "El anuncio, según lo previsto en la legislación urbanística, de la información pública de los Catálogos de Bienes y Espacios Protegidos o de los Planes que los contengan, determinará la aplicación inmediata a los bienes calificados de relevancia local que consten en dichos catálogos del régimen de protección y las medidas de fomento previstas en esta ley para los bienes del Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano. La resolución por la que se inicie el procedimiento para la inscripción del bien, será objeto de publicación en el Diari Oficial de la Generalitat o Diari Oficial de la Comunitat Valenciana y determinará la aplicación cautelar del régimen de protección que en la misma se indique".
Así, según portavoces oficiales de Cultura consultados por Alicante Plaza, en esa respuesta, comunicada al Ayuntamiento en fecha de 18 de junio, se subraya que "hasta su definitiva inclusión en el correspondiente Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos solo se podrán realizar actuaciones de conservación y mantenimiento", como se recoge en el artículo 10 del Decreto 62/2011, por el que se regula el procedimiento de declaración y el régimen de protección de los BRL.
El contenido literal de ese artículo resulta más que trascendente en la medida en que establece que: "A los efectos de lo dispuesto en el presente decreto, son actuaciones de conservación y mantenimiento aquellas tendentes a evitar el menoscabo producido por el transcurso del tiempo, y que tienen como fin mantener el edificio en correctas condiciones de seguridad, salubridad y ornato, sin que, en ningún caso, se pueda alterar la estructura portante, la estructura arquitectónica y la distribución interior, ni el diseño exterior del inmueble, incluidos sus elementos artísticos y acabados ornamentales".
¿Significa eso que no podrá desarrollarse la propuesta de Grupo Imed? Está por ver. Primero porque en el apartado tercero de ese mismo artículo se contemplan algunas salvedades: "No obstante, en casos excepcionales, y justificados, los Ayuntamientos, previo informe municipal, podrán recabar de las direcciones territoriales de la conselleria competente en materia de cultura un informe sobre la viabilidad patrimonial de intervenciones que superen el régimen descrito en el apartado anterior, como medio de dar cobertura administrativa a actuaciones de mayor alcance".
Y segundo porque esa excepcionalidad rige solo para el periodo en el que el inmueble en cuestión todavía no se haya incluido en un Catálogo de Protecciones aprobado por el Ayuntamiento. ¿Qué puede suceder en el caso de que el edificio del Asilo en cuestión se acabe incluyendo formalmente en ese Catálogo? En principio, se podría intervenir en él con las limitaciones que se establezcan en su propia ficha específica. Es decir, que el inmueble no quedaría blindado frente a la ejecución de toda obra que pueda plantearse. Según fuentes municipales, se podría desarrollar una intervención siempre que se respeten los elementos delimitados expresamente como elementos a preservar.
En principio, el proyecto planteado por el Grupo Imed -que habría alcanzado un principio de acuerdo con el Obispado por la adquisición del inmueble- aspiraba a transformar y poner en valor el edificio con una inversión de 3,6 millones que permitiría habilitar la construcción de cuatro quirófanos, 24 consultas y 42 habitaciones repartidas en las dos plantas superiores, además de cinco cabinas dentales y seis salas de tratamiento de estética. Además, incorporaba una planta de sótano para aparcamiento y un edificio de cristal anexo, de dos plantas, de nueva construcción, que se emplazaría en el patio actual y que haría las veces de centro de recepción, conectado con el resto del inmueble mediante corredores también acristalados.
¿En qué fase se encuentra ahora la elaboración del catálogo? Como viene informando este diario, la propuesta impulsada por el ya extinto tripartito fue rechazada en el pleno de mayo de 2017 con los votos de PP, Ciudadanos y de los dos ediles no adscritos. El nuevo equipo de Gobierno, compuesto ahora por el PP en solitario (con 8 concejales en una corporación de 29) se ha comprometido a retomar los trabajos de ese catálogo revisando la propuesta original con el propósito de recabar un amplio consenso. Al menos, el que le permita sumar los 15 votos (mayoría absoluta) que resultan necesarios para su aprobación.
En esa revisión de la propuesta original podría decidirse que el edificio del antiguo asilo no quedase reconocido como BRL. De hecho, el anterior equipo de Gobierno, formado por seis ediles del PSOE en solitario, ya planteó una revisión del documento inicial en la que proponía eliminar ese reconocimiento expreso para el inmueble.