MUTXAMEL. La empresa alicantina de helicópteros Babcock MCS España, la antigua Inaer, culminó a comienzos de marzo de 2023 el proceso de venta de su negocio en España al fondo Ancala Partners. Desde entonces, ha pasado a denominarse Avincis. Así, 2022 es el último año en el que Babcock completa cuentas antes de la venta y las deposita en el Registro Mercantil. Cabe tener en cuenta que el ejercicio fiscal al que se refieren las cuentas no coincide con el año natural, sino que finaliza en marzo de 2022, como los de la matriz británica. Según estas últimas cifras, ha pasado de unas pérdidas de casi 30 millones de euros en 2021 a bajarlas a menos de 3 millones de euros en el ejercicio del año pasado. En cuanto a su facturación, las cuentas anuales de la firma recogen una 139,6 millones de euros, casi un 2% menos que el año anterior (142,4 millones).
Según afirman desde la empresa en su informe de gestión, los riesgos e incertidumbre a los que se enfrentaba la sociedad en el periodo entre marzo de 2021 a marzo de 2022 tenían su origen en la reducción de los servicios prestados. No obstante, minimizaban este riesgo "al estar vinculada la caída en la prestación de servicios a la variación de su estructura organizativa y la existencia de un fondo de maniobra positivo".
En el primer cuatrimestre de 2021, la mercantil reforzaba su cartera de clientes mientras su dueño buscaba comprador para su negocio en el sur de Europa. En ese momento, el holding británico buscaba interesados en adquirir su negocio de helicópteros de emergencias en España e Italia, tras cerrar un acuerdo con la norteamericana CHC Group para venderle Bond Aviation, que se encarga del transporte de personal a plantas de gas y petróleo en alta mar en Reino Unido, Dinamarca y Australia. Y es que, Babcock buscaba comprador para su negocio en España al no considerarlo rentable.
Durante el ejercicio anterior, el socio único de la sociedad, es decir, el holding británico, tuvo que realizar una aportación de 48 millones de euros para reequilibrar el balance de la sociedad, pues las pérdidas de los últimos años habían llevado a un desequilibrio patrimonial que, de no resolverse, habría supuesto una causa legal de disolución de la empresa. En ejercicios anteriores, la aportación fue de más de 20 millones de euros. Por tanto, el saldo acumulado hasta marzo de 2022 ascendía a 68 millones de euros.
En estos momentos, la firma Babcock culminó el cambio de manos de la empresa de helicópteros con su base mayor en Mutxamel y mantiene a parte del consejo en la que hoy es Avincis -tras la venta al fondo Ancala Partners-. La empresa se encuentra, además en pleno proceso de huelga de su plantilla, que reclama mejoras salariales y de condiciones laborales y que seguirá con paros y protestas, al menos, hasta el 21 de mayo.
A comienzos de marzo, Babcock anunciaba a través de un comunicado "la conclusión de su programa de alineación de cartera con la venta de algunos de sus negocios de servicios aéreos de emergencia a Ancala Partners". Así, el fondo inversor en infraestructuras críticas adquiría los negocios de servicios aéreos de emergencia de Babcock en España pero también en Portugal, Italia, Noruega, Suecia y Finlandia. Así, la compañía Avincis prestará servicios aéreos de emergencias médicas, extinción de incendios y búsqueda y rescate.