ALICANTE. El Hércules anunciaba este lunes que retrasaba tres días el inicio de la venta presencial de abonos, concretamente al viernes.
Lo hacía por medio de un escueto comunicado en el que aludía a una "incidencia logística ajena". Al parecer, el proveedor de las tarjetas que hacen las veces de abono no iba a poder suministrarlas en el tiempo previsto y de ahí la decisión del club.
Lo anterior implica que se va a tardar todavía más en conocer datos sobre la evolución de la comercialización de unos abonos 2022/23 que se pusieron a la venta 'online' el 11 de agosto, es decir, hace 12 días. Y es que el Hércules ha decidido no ofrecer información sobre los carnés vendidos hasta que no solo haya arrancado la venta presencial, también esta tenga cierto ritmo. La explicación para lo anterior es sencilla: los abonos se están adquiriendo (tanto renovaciones como nuevas altas) a un ritmo inferior al esperado. Ahora bien, más que la situación del equipo (un curso más en el cuarto escalón del fútbol español) y el descontento generalizado del entorno con la misma y la continuidad de Enrique Ortiz al frente del club (aunque sea con un nuevo socio), parece que detrás del bajo ritmo de venta se encuentra el hecho de que las modalidades de abono más económicas, aquellas que precisamente han sido elogiadas por su precio y características por los aficionados como pueden ser el Abono Familiar y el Abono de la Grada Familiar, solo se pueden adquirir de manera presencial (no 'online'). Al menos así lo creen en la entidad.
El equipo de Ángel Rodríguez arrancará la competición a domicilio: la mañana del 4 de septiembre ante el filial del Mallorca. Es decir, no jugará su primer encuentro como local hasta el fin de semana del 10 y 11, cuando recibirá en el estadio Rico Pérez al Badalona.
El secretario técnico, Francisco Peña, trata ahora mismo de cerrar las incorporaciones de los futbolistas Aitor Gelardo y Míchel Herrero (el primero cedido y el segundo en propiedad), además de un portero sub-23 y un central sénior.