BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm se ha visto obligado a desviar el tráfico de autobuses urbanos y turísticos por el paseo de Levante. Una calle por la que no iba ninguno de ellos, pero que las obras de la avenida Mediterráneo han propiciado su circulación para no eliminar el servicio en la zona, además, la más turística de la ciudad. No obstante, el grupo municipal de Ciudadanos ha alertado de los atascos que está ocasionando esta nueva medida del gobierno local.
El líder de la formación naranja, Juan Balastegui, explicó que el jueves pasado, nada más enterarse de la intención de permitir autobuses en el paseo marítimo, citó de urgencia al ingeniero jefe de Movilidad para presentar varas alternativas para evitar que el transporte público pase por la playa. "Sin embargo,- ha indicado el edil- la decisión estaba tomada", lamenta el edil.
Hay que tener en cuenta que durante un mes, habrá hasta 11 líneas que cambien su itinerario por los trabajos que se están realizando –que afecta a los autobuses 1, 2, 4, 5, 6, 10, 11, 14, 16, 18 y 30–. Algo que ya en los primeros días denuncian que está provocando el caos circulatorio en el paseo, sabiendo además que mucha de la gente pasea por el propio carril en el que van los vehículos.
El concejal de Cs afirmó al respecto que “es irresponsable poner por delante de la seguridad ciudadana los intereses económicos de una empresa de transporte, a los que además se suman ahora los del autobús turístico, que también se suma a la caravana de grandes vehículos que transitan por el paseo de Levante junto a furgonetas, vehículos, bicicletas, peatones…”.
Por todo ello, el concejal exigió al gobierno popular “rectificar su criterio y evitar este trasiego de autobuses para evitar accidentes, colapsos y otras situaciones peligrosas”. Al mismo tiempo, Balastegui señaló que presentó dos alternativas al desvió programado, pero que han sido descartadas.
Por un lado, pedían cambiar la dirección de la calle Gerona, abriendo la circulación rodada en la manzana de los restaurantes, para permitir la llegada de autobuses hasta Esperanto, como se hacía antiguamente, ubicando allí la parada. Esa vía permitiría devolver el sentido original al final de Esperanto para facilitar la salida de nuevo a los autobuses. Otra alternativa puesta sobre la mesa es la circulación de autobuses hasta la plazoleta de la calle Herrerías, donde antiguamente estaba Comercio, ubicando allí las paradas y liberando de nuevo los autobuses del centro por Emilio Ortuño.
El concejal de Movilidad, José Ramón González de Zárate, consideró en palabras a este diario que lo que pretendía Ciudadanos es que se paralicen las obras de la avenida Mediterráneo pidiendo que no se desvíe el transporte público. "Nosotros queremos que la obra termine cuanto antes", afirmó el regidor, quien hace una semana comentaba a Alicante Plaza que estaría abierta al tránsito del peatón y rodado en Semana Santa si se cumple con las previsiones.
De este modo, expresó que prefieren que los inconvenientes sean ahora y no en plena temporada alta. Por ello, consideró que durante este mes tendrían que convivir las obras con el transporte por la playa, a pesar de reconocer que será un "incordio", pero la solución para no suspender el servicio público, ya que según dijo, los técnicos no contemplan otra alternativa.
