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se quiere compaginar 953 viviendas con la protección del palmeral

Cómo se ha llegado al desaguisado de El Arsenal de Elche: cronología de otro conflicto urbanístico

5/02/2021 - 

ELCHE. Este viernes la Junta de Gobierno aprobará una moción para que el departamento de Urbanismo elabore una propuesta técnica que intente encajar los derechos adquiridos por la agrupación de Interés Urbanístico (AIU) E-16 Portes Encarnades y la declaración de Patrimonio de la Humanidad del palmeral. Como contó este diario, después de que Cultura no autorizara el proyecto, el bipartito busca compensar ambos intereses reduciendo alturas y por tanto edificabilidad, o trasladando la misma a otro sector. Pero, ¿cómo se ha llegado hasta este punto tantos años después?

Una larga tramitación que se retrotrae a dos décadas

En retrospectiva, el sector, también conocido como Finca El Arsenal —o Granados Espuig— por el yacimiento arqueológico que allí existe, se empezó a tramitar en 1998 el desarrollo del mismo por esta AIU para impulsar su Plan Parcial, aprobado en junio de 2002. Desde entonces estuvo paralizado, con los propietarios reuniendo el dinero necesario y una crisis inmobiliaria mediante, hasta que en 2011 se aprueba la primera modificación de ese Plan Parcial, y una segunda y definitiva en 2013 en la que se permite una altura más. Ocho. La novedad llegó en agosto de 2018, cuando la agrupación presenta la urbanización según este Plan Parcial. Un año después, en 2019, empiezan las catas arqueológicas, como adelantó Alicante Plaza, aunque en marzo de 2020 Cultura dio el informe desfavorable y el definitivo en el mismo sentido en diciembre de ese año. 

Antes de entrar en materia, cabe resaltar que ya se intentó construir en el terreno a principios de los 90 con varios sondeos, pero en 1991 se retira la propuesta urbanística planteada. Se encontraron inhumaciones y un sarcófago que se partió durante la cata, y en el informe de la excavación —dirigida por los mismos arqueólogos que la última prospección— se descubrió, como relata una posterior publicación científica del año 2000, un tramo de una vía que presenta grandes similitudes con otros restos de la Vía Augusta, por lo que podría ser parte de ella; hornos que inducen a pensar que el yacimiento puede ser la alfarería industrial de La Alcudia y estructuras prehistóricas. Aparte de esto, hay una casa señorial sin proteger de arquitectura popular de finales del s. XIX.

¿Cómo se ha llegado a la situación actual y por qué?

Paralelamente a la reactivación de la actuación, dos denuncias provenientes de colectivos y particulares contrarios al proyecto, advirtiendo de la posible afección al palmeral, hacen que la Subdirección General de Patrimonio Histórico pida informe sobre la actuación. En octubre de 2019 hace lo mismo el Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco, y en febrero de 2020 se recibe oficio del Instituto de Patrimonio Cultural —dependiente del Ministerio de Cultura—, instando al Consistorio a no permitir la obra al considerar que los 953 pisos, algunos con ocho alturas, al asegurar que tienen impacto sobre el paisaje del palmeral y lo desvirtúan. Es entonces cuando el Ministerio convoca al Consell y Ayuntamiento para abordar la situación, y el bipartito se compromete a un punto intermedio que permita conjugar sendos intereses, cosa que se ve positivamente desde Madrid y València, previo paso por su filtro.

Los problemas: sin Ley del Palmeral ni aplicación de los criterios de la Unesco

Pero, ¿a qué se refiere ese impacto paisajístico? Primeramente, el Ministerio entiende que las construcciones de gran altura en relación a los huertos de palmeras existentes —tres de ellos declarados Unesco, Hort de Portes Encarnades, el Hort de Sansano o del Filador y la zona sur del Hort de Toni Escorina—, generan una estructura urbana "completamente ajena a la trama histórica, perdiendo los caminos y conexiones propias del lugar, mermando así sus valores culturales", al entender que este impacto en el entorno más inmediato deja usos poco compatibles con el carácter agrícola tradicional del Bien, afectando a la función de las acequias —en estado de degradación, por otra parte— y "provoca alteraciones que degradan y contaminan su percepción visual, tanto de su perfil identitario desde el exterior, como desde los huertos históricos hacia la zona buffer".

Esto último es importante, dado que la denominada zona buffer, o zona de amortiguamiento, es un concepto que se introduce con la declaración de la Unesco de Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. Supone que para preservar ese valor visual se ha de dejar un espacio determinado que oxigene la distancia entre los huertos y edificaciones próximas. Ya no se puede, a priori, construir junto a un huerto. Además, esta zona de amortiguamiento tiene una equivalencia, al igual que el propio entramado natural, a protección catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC).

De aquí derivan dos cuestiones, una evidente y reciente, que la desidia del Consell por no tramitar la Ley del Palmeral desde su declaración como Unesco hace dos décadas, ni del Ayuntamiento por trabajar en planes de gestión del mismo —aún está pendiente redactar el Plan de Uso y el Plan Especial puede caducar— o presionar a su administración superior para aprobar esa Ley, ha generado numerosos conflictos que se podrían haber evitado. Este es uno, como lo es el del Solar de la Hiladora, de momento suspendido antes de iniciar trámites definitivos. El otro aspecto es que a sabiendas de esa declaración Unesco del año 2000 y lo que suponía el área buffer, con su protección y fundamentos claros, el Ayuntamiento y el beneplácito de Cultura han ido aprobando y tramitando este expediente.

Como consecuencia, ante la luz verde de dicho expediente durante estos años, ahora los promotores del sector se quejan, con razón de acuerdo a sus intereses, de que se paralice la actuación, dado que durante estas dos décadas de tramitación se les ha ido autorizando la obra urbanística paso a paso. Aunque en 2013 se aprueba definitivamente el Plan Parcial con el PP en el gobierno y Vicente Granero como edil de Urbanismo, autorizando además una altura más, con edificios de 8 pisos, el proyecto de 2011 que había aprobado el Ejecutivo del PSOE contemplaba solo una altura menos, 7. En 2009, el entonces edil socialista de Urbanismo, Alejandro Pérez, informaba que estaba pendiente de cerrar la aprobación de la construcción de 953 viviendas en el sector E-16. En 2011 incluso planteaba la creación de un jardín botánico en este sector, diseñado por el urbanista Alfonso Vegara.

Una pelota cada vez más grande y un encaje difícil

Así pues, de aquellos barros estos lodos. En 2002 el Ayuntamiento aprobó el Plan Parcial para el desarrollo urbanístico, tan solo dos años después de que se aprobara la Ley del Palmeral que ya advertía de la zona buffer y su papel como salvaguarda de la imagen paisajística. Desde entonces, modificaciones y aprobaciones del proyecto por ambas administraciones, con unas inversiones privadas de por medio, han hinchando la pelota hasta que esta reventó hace un par de años con las denuncias por la afección al palmeral, con los ulteriores informes negativos de Ministerio y Cultura.

Ahora se antoja una solución que la edil de Urbanismo Ana Arabid reconoce "compleja" por la situación. Como complejo es ese encaje para aunar sendos ámbitos. Aunque la voluntad es encontrar una solución para evitar otro posible camino judicial si los propietarios requirieran sus derechos y porque la concejal también apunta a que es positivo que se siga con el desarrollo de la ciudad. Queda esperar qué se plantea en esa reducción de alturas que la AIU dice que ya estaba planteada para no afectar porque están escalonadas. Y si estaría dispuesta a crecer expandiéndose en el terreno y no en altura, o renunciar a parte de la promoción.

La otra alternativa, trasladar la edificabilidad, se antoja difícil: son más de 100.000 m2 de edificabilidad entre zona comercial y residencial los aprobados. Y hay pocos sectores en Elche libres o listos con ese tamaño, aunque recientemente se aprobó liberar un gran sector, el E-48, reservado hace años por el IVVSA para VPO. Mientras tanto, la prioridad municipal es proteger el palmeral. El yacimiento arqueológico queda en segundo plano, y Cultura dice que ya se ha conservado lo relevante, sin haber valor de lo encontrado in situ, algo que contrastaría con lo publicado por el arqueólogo hace dos décadas. O con que Cultura deje la puerta abierta ahora a la protección del yacimiento. En cualquier caso, al no haber acceso posible a estos informes sin ser parte interesada o a las memorias arqueológicas sin consentimiento, falta información pública para entender todas las partes de este entramado. Sea como fuere, habrá más capítulos.

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