ALICANTE. La patronal autonómica CEV, y su filial alicantina, CEV Alicante, no han esperado los cien días de rigor para poner deberes al nuevo Consell. Y para ello, exactamente 53 días después de su toma de posesión (la cifra se repitió varias veces), los empresarios citaron en Alicante, en las instalaciones de Fira Alacant (IFA), a las conselleras de Turismo, Industria e Innovación, Nuria Montes; Hacienda, Economía y Administración Pública, Ruth Merino; y Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Salomé Pradas, en su primer 'Encuentro empresarial'.
El objetivo del encuentro era conocer los planes de las tres responsables autonómicas, trasladarles las peticiones de los empresarios valencianos y alicantinos, y fomentar un intercambio de pareceres sobre los principales debates que afectan a la actividad empresarial en la Comunitat y en la provincia. En este sentido, y tras destacar que los primeros pasos del nuevo Ejecutivo autonómico les "gustan", el presidente de CEV, Salvador Navarro, centró las reclamaciones en una mayor colaboración público-privada, la defensa de los intereses valencianos en Madrid, una revisión de la fiscalidad autonómica, la agilización de los trámites para poner en marcha proyectos empresariales, y una mayor inversión en infraestructuras estratégicas.
El encargado de abrir fuego fue el presidente de CEV Alicante, Joaquín Pérez, quien mostró su disposición a trabajar codo con codo con el Consell "para que nuestras empresas y nuestra provincia puedan progresar". Pérez fue especialmente crítico, una vez más, con la baja inversión que sufre Alicante por parte del Gobierno central, que la sitúa como la última de España en inversión por habitante (85 euros), y denunció los déficits en infraestructuras, que "son una pieza clave para que nuestro territorio crezca". En este sentido, pidió retomar el proyecto de comisión multilateral integrada por CEV, Gobierno y Consell, que "vele porque se ejecuten las infraestructuras que necesitamos en un plazo relativamente corto de tiempo".
Por su parte, Navarro incidió en su intervención en la necesidad de que sector público y privado remen en la misma dirección para que "la Comunitat Valenciana crezca o la dejen crecer como merece". Así, apostó por mantener lo que ha funcionado con el Botànic (como el diálogo social) y explorar nuevas vías. También pidió altura de miras a los representantes políticos "para generar un clima estable lo más pronto posible en beneficio de las empresas valencianas y españolas", en alusión a la investidura nacional, y reclamó reclamado resolver "a la mayor brevedad posible los temas que urgen tanto como preocupan a los valencianos".
En este sentido, el presidente de CEV se refirió específicamente al cambio de modelo de financiación autonómica, pendiente desde hace una década, y advirtió de que "no vamos a dejar que el tema desaparezca de la agenda hasta que se haga justicia". El dirigente patronal aplaudió algunas de las medidas del Consell, como que no se vaya a implantar la tasa turística o la bonificación al 99% al impuesto de sucesiones y donaciones a las personas físicas, aunque instó a extender la bonificación a miembros de tercer grado dentro de la empresa familiar, e incluso a personas no familiares de larga relación con la empresa.
Ahondando en la revisión de la fiscalidad, Navarro pidió que se eliminen aquellos tributos que lastran la competitividad empresarial y mostró su oposición a las nuevas figuras impositivas medioambientales creadas el año pasado "sin una evaluación previa del impacto adicional que supone esta nueva fiscalidad", y que entrarán en vigor en 2025. Asimismo, exigió ante las conselleras un mayor apoyo a la industria; aprovechar toda la potencialidad del Observatorio de la Industria y los sectores Económicos Valencianos; y la urgente puesta en marcha del Plan Simplifica para agilizar los trámites burocráticos de las inversiones empresariales. También una mayor inversión en innovación y, al igual que Pérez, una mayor inversión en "infraestructuras que potencien nuestra privilegiada situación geográfica".