CALP. El Ayuntamiento de Calp ha presentado hace unos días ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana el recurso contra la ampliación de la piscifactoría, tras la decisión de la Dirección General de Agricultura y Pesca de desestimar el recurso de alzada mediante el cual el consistorio trató de recurrir, sin éxito, la ampliación de estas instalaciones. Será, por tanto, ahora la justicia la que dirima si procedía o no autorizar un proyecto de estas características frente a la costa calpina.
En el recurso presentado, el Ayuntamiento atribuye “falta de rigor” y “dejadez” a la Conselleria en la supervisión de la documentación presentada por la empresa para obtener la autorización de ampliación de la macrogranja marina. Y en concreto, arguye que la Conselleria no ha respetado el principio de precaución, que viene recogido en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, y que implica la adopción de medidas preventivas para reducir un posible daño ambiental pese a que se desconozca la probabilidad precisa de que este ocurra.
Y en este sentido, se señala que dentro del estudio de impacto ambiental el estudio de corrientes que presentó la empresa correspondía a Villajoyosa y no a Calp y además se realizó durante sólo un mes, un tiempo “insuficiente para evaluar y asegurar que la actividad de la Granja NIORDSEAS-CALPE no tiene un efecto negativo sobre las áreas marinas protegidas, las biocenosis (plantas, animales, microorganismos) que viven o coexisten en un espacio delimitado de interés y las zonas de baño adyacentes a la zona de implementación de dicha actividad”. Para saber los efectos que pueden tener las corrientes se requiere un plazo mínimo de un año.
Se trata de un estudio relevante ya que este permite indicar hacia dónde se dispersarán los diferentes vertidos originados en la actividad (restos de pienso, heces, excreciones, nutrientes, turbidez, etc.) y, según la intensidad de estas corrientes, dónde llegarán estos vertidos. Todo ello teniendo en cuenta, además, que la macrogranja marina se encuentra a tan sólo 3.518,8 metros de la costa calpina.
En el recurso también se incide en el impacto paisajístico que este proyecto tendrá en una población turística como Calp así como en la inexistente valoración por parte de Conselleria de las repercusiones económicas que supondrá la ampliación de la piscifactoría en la localidad, y que según un informe del jefe de Área de Promoción Económica del ayuntamiento, se cifraba en 450 millones de euros en pérdidas para la economía local.