ALICANTE. El Grupo Baraka responde y trata de defender en sede judicial la viabilidad de su propuesta para rehabilitar y transformar el edificio del antiguo cine Ideal de Alicante en un hotel de cuatro estrellas. El departamento jurídico del grupo prepara ya la presentación de un contencioso frente al acuerdo de paralización cautelar del expediente de solicitud de licencia, acordado por la Concejalía de Urbanismo a principios del mes de marzo, para ajustarse al requerimiento formulado por la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura, tras la visita girada al interior del inmueble. Como informó este diario, en ese informe se requirió la protección de los palcos y de la estructura interna del antiguo cine y se emplazó al ayuntamiento a no autorizar ninguna tarea más allá de las encaminadas a su conservación.
El acuerdo de suspensión del expediente fue notificado a Baraka hace cerca de dos semanas, lo que ha llevado al grupo a tomar posiciones y emprender acciones con la intención de lograr que sean los jueces quienes ordenen la resolución de su solicitud de permiso en base a las condiciones establecidas cuando se presentó tal petición. Ese será, de hecho, uno de los pilares del contencioso, ya que Baraka intrerpreta que se habría producido un cambio en las reglas del juego con la partida ya comenzada.
Fuentes de los servicios jurídicos de la compañía incidieron, a consulta de Alicante Plaza, en que la petición de licencia se produjo en diciembre de 2019 en base a lo previsto en la ficha urbanística de catalogación del inmueble en ese momento. Y que, además, el proyecto presentado se ajustó a todos los condicionantes expuestos por los técnicos para mejorar la protección de los elementos incluidos en esa ficha.
De ahí que sostuviesen que no se puede tratar de aplicar ahora un cambio introducido con posterioridad -como la nueva exigencia de protección de la estructura interna del antiguo cine- con la intención de que tenga efectos retroactivos. Así, las mismas fuentes incidieron en que la concesión de licencias es un acto reglado, lo que implica que debe concederse si se cumplen los requisitos establecidos, de modo que cualquier alteración que se trate de introducir después para denegar o demorar su concesión "podría rayar en la prevaricación".
El grupo sostiene que se pretende introducir nuevos requisitos de conservación con la pretensión de que tengan efectos retroactivos
En esta línea, indicaron que con la suspensión del expediente "se está bloqueando un bien privado" incluso después de que la propuesta quedase reconocida como proyecto de tramitación prioritaria por los técnicos de la Agencia Local de Desarrollo en base a la inversión prevista y a la generación de empleos que supondría la puesta en funcionamiento del futuro hotel. "No nos han dejado otro remedio que acudir a la justicia", explicaron las mismas fuentes, ya que, además, "en la resolución tampoco se deja claro si tendríamos la hipotética posibilidad de presentar una modificación del proyecto para adaptarnos a las nuevas condiciones". En todo caso, apuntaron que esa opción prácticamente se da por descartada en la medida en que las nuevas exigencias introducidas por Cultura impiden ejecutar cualquier otra actuación que no sea la de la reconstrucción del cine original. "No es que no se pueda hacer un hotel, es que tampoco se podría habilitar un cine moderno", incidieron.
Con la interposición del contencioso, será el Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) quien tendrá que pronunciarse sobre la procedencia de esa suspensión y decidir si procede conceder la licencia solicitada en base a los requisitos de 2019. La cuestión es que la respuesta del alto tribunal autonómico podría hacerse esperar todavía por un tiempo indeterminado.
Entre tanto, la familia propietaria del inmueble también ha tratado de desactivar los nuevos requisitos de protección con la presentación de alegaciones frente al informe emitido por Patrimonio. En esas objeciones, se trata de desmontar las conclusiones alcanzadas por el departamento autonómico con el argumento de que en el edificio no se conserva ya ningún elemento que pueda ser recuperable. Entre ellos, ni los palcos, puesto que, además de que están semiderruidos, se sostiene que fueron desmantelados y convertidos en pasillos en los años sesenta.