DÈNIA. Baleària, naviera valenciana con sede en Dénia, presentó ayer los resultados correspondientes al ejercicio 2017, un año en el que los beneficios alcanzaron los 43,52 millones de euros y en el que trasladó 3,7 millones de pasajeros, 5,6 millones de metros lineales de carga y 878.000 coches.
El presidente de la naviera, Adolfo Utor fue el encargado de desglosar los datos macroeconómicos de la empresa y destacó que entre los hitos del año pasado están los 25 barcos, 5 buques en construcción, opera en 5 países, 19 rutas y navegó 1.202.700 millas náuticas. Además, la empresa cuenta con 1.537 empleos un 13% más que el anterior ejercicio, con una edad media de 39 años de los que casi el 73% son hombres -por el peso de los empleos en la flota- y del personal en tierra las mujeres representan el 43% frente al 57% de los hombres.
Asimismo remarcó que tienen un 94,7% de fidelidad, y la valoración global del servicio es de 7,8 lo cual según expuso “tenemos que mejorar hasta llegar al diez”.
Tras finalizar la exposición, Utor se refirió a la situación de los proyectos en Cuba y EEUU y comentó que la nueva administración americana “no es muy dada al libre comercio”, pero aseguró que están “al acecho porque tenemos las licencias concedidas ya”. El presidente recordó que durante el mandato de Barack Obama al frente de la Casa Blanca “hubo una apertura”, pero remachó que “ahora esa apertura se ha visto ralentizada”.
No obstante, subrayó que desde Baleària estudian abrir nuevos enlaces con Bahamas (donde ya operan una línea que va desde Florida a Freeport) a ciudades del archipiélago como Nassau o Bimini. Asimismo indicó que en Florida van a realizar una inversión para una nueva terminal “para reforzar el tráfico” y añadió “y si mientras tanto Cuba se va alienando estaremos en condiciones de tener una actividad”.
Otra de las zonas por las que pretenden apostar son las conexiones con el norte de África, por ahora conectan Valencia con Mostaganem, Almería con Nador y Algeciras con Tanger. Así como con abrir una línea entre Gijón y Nantes para cubrir espacios “por las autopistas del mar”. No obstante, reconoció que intentar entrar en algunos mercados por ejemplo en Italia “puede suponer quemar billetes” ya que “los operadores están muy experimentados”, algo que según dijo le pasa a “nuestros competidores cuando intentan entrar en Baleares”.
“Aquí -afirmó- no hay capacidad para crecer” y de hecho los pasajeros en las islas solo se han incrementado en un 1% entre 2016 y 2017., en cambio los de las líneas internacionales, el aumento ha sido del 25%.
En el apartado de inversiones, el presidente de Baleária anunció la cancelación del contrato para la construcción de dos ferries propulsados por gas natural, un contrato que habría supuesto el desembolso de 350 millones de euros, para la construcción de dos barcos con 225 metros de eslora y una manga de 30,4 metros, anunciado en 2015.
Utor explicó que desde el astillero bilbaíno les pidieron una prórroga y reconoció que desde la naviera habían “colaborado de forma espléndida y generosa con la esperanza de que pudieran reflotarse”, pero se lamentó “no pudo ser” y firmaron la rescisión del contrato. Del que según comentó generaba a Balearia “unos costes financieros diarios importantes”.
Pero, subrayó que ese dinero liberado permitirá hacer otras inversiones en la flota y entre ellas, los tres eco-fast ferry que se recibirán a lo largo de este año. El primero de ellos, llamado Eco Aqua está operativo ya en la linea Ibiza-Formentera.
Además, está en marcha la construcción de dos barcos que se alimentará con gas natural y que construye el astillero italiano Cantiere Navale Visentini, con una inversión de 200 millones de euros.
Utor también se refirió a la adquisición de Transmediterránea por parte de la naviera canaria Armas y sin querer entrar a valorar otras compañías si indicó que “el grupo nace con un fuerte endeudamiento”, para añadir a continuación que “desde que nacimos hemos crecido siempre a costa de los monopolios, pero nuestro futuro depende solo de nosotros no de lo que hagan los demás”.
Por otra parte, en clave interna, el presidente de Baleària aseguró que los accionistas de la naviera recibirán este año por segunda vez un dividendo. Será el 10% del beneficio -unos 4 millones de euros- y el restante se lo quedará la empresa para su programa de inversiones.