VALÈNCIA. La Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio -aunque según el gobierno de turno puede variar su denominación y competencias- está considerado históricamente como el departamento de las inversiones, dado que gestiona la licitación de buena parte de las obras públicas. Aunque el momento económico no resulta demasiado boyante, la cartera que dirige la popular
Salomé Pradas, es la que dispone de uno de los presupuestos más relevantes para afrontar inversiones ante las que el sector empresarial permanece atento.
Así, y aunque en los primeros presupuestos aprobados por PP y Vox se aplicaba un recorte del 33% a los fondos de esta cartera respecto al último ejercicio del Botànic, para la conselleria de Pradas se dispuso un total de 196,7 millones de euros para inversiones reales (capítulo 6) y 54,7 millones de euros para transferencias de capital (capítulo 7). Pese a los recortes del 17,7% en inversiones y del 22,5% en transferencias de capital en comparación con 2023, el citado departamento aún disponía en el reparto de margen de maniobra para ser protagonista en el Gobierno valenciano, que posteriormente sería fuertemente incrementado a través de modificaciones de crédito.
"No hay que limitarse a si son (los presupuestos) expansivos o restrictivos (...) sino que lo importante está en la ejecución que se hace a partir del 1 de enero". Así se pronunciaba la portavoz del Consell, Ruth Merino, el pasado 25 de octubre poco antes de dar a conocer las primeras cuentas nacidas del pacto entre PP y Vox. Unas palabras basadas en la que fue una de las principales y constantes críticas de los populares sobre el Gobierno valenciano presidido por el socialista Ximo Puig: la falta de ejecución presupuestaria pese a los grandes titulares y anuncios de inyecciones económicas.
Sin embargo, el actual Consell no está pudiendo hasta el momento destacarse tampoco en este ámbito. De hecho, los populares se han puesto el listón más alto debido a las importantes modificaciones de crédito, que han conllevado un incremento de 167 millones en las inversiones reales presupuestadas hasta alcanzar los 363 millones de euros. Un aumento más notable aún en el capítulo de transferencias de capital, que se elevan ahora a 292 millones tras un aumento de 237 millones de euros.
En estos primeros meses de 2024, a la citada conselleria, un departamento a priori destinado a abanderar las inversiones, le está costando arrancar y lograr una velocidad de crucero óptima en lo que se refiere a agilizar este capítulo, así como el referido a las transferencias de capital. Así, según los datos de la Intervención General a 30 de abril, es decir tras el primer cuatrimestre del año, la ejecución de inversiones reales se situaba en un 6,9% (25,1 millones) de los 363 en total, tal y como se refleja en el apartado de Obligaciones.
Peores eran los resultados en transferencias de capital, donde por ejemplo pueden incluirse la financiación para las inversiones de empresas públicas como Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV). Así, los datos revelan que a 30 de abril sólo se había ejecutado un 0,14% de los 292 millones presupuestos en transferencias de capital.
En total, sumando estos dos capítulos clave en una conselleria de marcado carácter inversor, el resultado es que, transcurrido un tercio del ejercicio, la ejecución total era del 3,9%, un balance muy pobre que los populares deberán enjugar en los próximos meses. En este sentido, cabe recordar que es cierto que los inicios de ejercicio son mucho más complicados para ejecutar, dado que los procesos y trámites de licitaciones se prolongan durante varios meses, pero el bajo nivel, que la Conselleria achaca en parte a las dificultades en la implantación de la plataforma informática Nefis, ha generado cierta preocupación en el sector.
De hecho, la oposición ya parece haber detectado que en ese punto puede existir una debilidad. "Usted ha instalado a la Generalitat en el rincón del vago", le decía esta misma semana el portavoz del PSPV en Les Corts, José Muñoz, al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, para criticar precisamente la baja ejecución presupuestaria del Consell dirigido por PP y Vox que, en términos generales se sitúa en el 2,87% de ejecución en materia de inversiones. De hecho, según los datos recopilados hasta marzo del Ministerio de Hacienda, la Comunitat Valenciana era la última en ejecución de inversiones, con un 0,33%, mientras que en transferencias de capital se situaba en un 2,84%.