ALICANTE. Tras un año 2017 en el que la actividad empresarial de la provincia de Alicante ha comenzado a volver por donde solía, especialmente en sectores clásicos como el turismo, la construcción e incluso la industria, las principales asociaciones empresariales de la provincia esperan un 2018 que consolide el crecimiento. No obstante, la buena marcha (con matices) de la economía alicantina no depende solo de la iniciativa privada, sino que estará como siempre al albur de acontecimientos internacionales y decisiones políticas en clave nacional y autonómica. Alicante Plaza ha preguntado a los presidentes de Ineca, Aefa, Cepyme y la Cámara de Comercio qué podemos esperar del año que empieza en clave económica para la provincia.
El presidente del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca), Perfecto Palacio, considera que la evolución de la economía en la provincia de Alicante durante 2017 puede calificarse de positiva, "ya que en su conjunto ha crecido en el entorno de 2,7%". Especialmente, "los indicadores sociales reflejan una clara recuperación, aunque la calidad de los empleo no es todo lo bueno que cabría desear; por ello, desde Ineca abogamos por que esta recuperación llegue a los hogares con mejores contratos y salarios". Alicante ha mantenido las tasas de crecimiento de afiliados al régimen general y en el de autónomos en 2017. "Ambos colectivos suman más 600.000 afiliados, cifra que por primera vez supera la del año 2008, previo a la crisis".
De esta forma, "la consolidación de este crecimiento para 2018 dependerá de cómo se comporten determinadas macromagnitudes a escala nacional e internacional: la subida del precio del petróleo y su repercusión directa en la factura energética puede restar alguna décima a las previsiones de crecimiento del conjunto de la economía española. Más preocupante es la repercusión de los acontecimientos de Cataluña y la posible pérdida de confianza e inversión". Otro factor de incertidumbre vuelve a ser el Brexit, "aunque parece que las conversaciones entre Reino Unido y la UE van en una dirección esperanzadora. No podemos olvidar que la relación de la provincia de Alicante con el Reino Unido es central, puesto que afecta a sectores básicos de nuestra estructura económica como turismo, segunda residencia, calzado y productos agropecuarios", destaca Palacio.
Otro factor de extrema preocupación es el estructural déficit hídrico que padece la provincia, y que "se ha visto agravado por la prolongación de la sequía durante todo 2017 y la no llegada de caudales procedentes del trasvase Tajo-Segura desde mayo. Ineca viene participando en todos los foros sobre este tema con la finalidad de encontrar soluciones que favorezcan la llegada de caudales extraordinarios que ayuden a paliar esta situación".
El presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Juan Riera, se muestra optimista sobre la marcha de la economía alicantina en el año que empieza, y solo la crisis catalana siembra algo de incertidumbre por su afección al conjunto del Estado. "Todos los datos que tenemos nos hacen pronosticar un buen 2018 para nuestra economía. Las previsiones indican que la economía española crecerá en torno al 2,5%, algo menos de lo previsto como consecuencia del desafío soberanista surgido en Cataluña". Aún así, considera que la crisis catalana no tendrá una influencia directa sobre la economía de la Comunitat Valenciana, "pero si la tiene sobre el conjunto del Estado es obvio que de alguna forma, aunque sea mínima, nos puede afectar".
"Respecto a nuestra provincia debemos ser optimistas, pero sobre todo lo que debemos es estar muy orgullosos de lo que tenemos. Creo que somos una de las provincias más completas, en lo que a la economía se refiere, de España. Generamos riqueza y empleo en todas las comarcas a través de diferentes productos y servicios; desde el turismo al agroalimentario, pasando por la industria, el comercio o la construcción". En este sentido, "nuestros principales sectores productivos siguen mostrando un comportamiento positivo. El turismo seguirá siendo un motor de la economía, la construcción mantendrá su incipiente recuperación y la exportaciones mostrarán de nuevo una línea ascendente".
En esta línea, "la creación de empleo debe seguir la senda de recuperación que nos pueden situar cerca de los datos de 2008, en el inicio de la crisis. Esta creación de empleo tendrá como consecuencia, como ya ha pasado en este 2017, un repunte del consumo interno". En suma, "será un buen año en el que seguirá creciendo nuestra economía y únicamente podemos encontrar alguna ralentización si persiste la crisis catalana".
El presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante (Aefa), Francisco Gómez, también presidente de la patronal alicantina Coepa, prevé un 2018 mejor para las empresas alicantinas, con mayor inversión y mayor creación de empleo que en 2017. No obstante, advierte de que la actividad empresarial puede verse afectada por las decisiones que tomen los poderes públicos ante determinadas disyuntivas. "¿Qué nos espera 2018? Esa es la pregunta que todos nos hacemos cada vez que pasamos la última hoja del calendario. Ojalá pudiéramos hacer que nuestros deseos se convirtieran en realidad y que, de ese modo, durante el 2018, todos ganáramos algo más de 'seny', empezando por los políticos del norte de nuestro arco mediterráneo, para que abandonaran proyectos ilusorios, que no ilusionantes, que nos están llevando a conflictos sociales y pobreza económica".
Bajando hacia el sur, "me gustaría encontrar una Comunidad Valenciana fuerte, que tuviera todo el respeto de nuestro gobierno central, demostrado a través de una financiación justa, un corredor mediterráneo más cerca de su finalización, unas inversiones que nos equilibren al resto de España, y que finalmente, en nuestra provincia permitan a los empresarios crear riqueza, bienestar social y empleo, con una fiscalidad que no impulse la fuga de capitales, y con políticas que permitan que nuestros ciudadanos tengan cubiertas sus necesidades, de agua y servicios, de educación y sanidad, unas políticas que nos equiparen al resto de la Comunidad y nos hagan sentirnos orgullosos de ser parte de la misma".
Para el presidente de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa de Alicante (Cepyme Alicante), Cristóbal Navarro, "el próximo año será un año de retos, intentando todavía despegar de los lodos de la crisis y encarando un nuevo orden económico que se basa en la tecnología y digitalización de todo lo que nos rodea; internet de las cosas, de las empresas, de nuestras vidas". Por este motivo, considera que "las empresas van a tener que hacer un importante esfuerzo por adaptarse a nuevos entornos, muy agresivos y sin doble oportunidad".
"El entorno internacional pinta con esperanzas de incremento de exportaciones y de captación de inversiones, salvo que aquí nuestras Administraciones traten y consigan, como hasta ahora, expulsar cualquier intento de captación de intereses extranjeros". En cuanto al panorama nacional, "la incertidumbre catalana parece que nos beneficia en el corto plazo, pero no es bueno vivir de las miserias de los demás". Y en el ámbito más cercano, "nuestro entorno provincial parece que va a seguir maltratado y discriminado económicamente por la política de València y de Madrid, porque cada uno tienen sus intereses y obviamente los nuestros no parecen estar en su hoja de ruta".
