Arriba el telón

19/08/2018 - 

ALICANTE. Un total de 434 días habían pasado este sábado desde el último partido del Elche en el fútbol profesional. 

El 10 de junio de 2017 los franjiverdes caían por 0-2 con el Real Oviedo, en un desangelado estadio Manuel Martínez Valero donde los pocos aficionados locales que acudieron al encuentro lo hicieron para mostrar su rechazo a la gestión del consejo y a un equipo que seis días antes, en Cádiz, había terminado de doblar la rodilla, perdiendo matemáticamente la categoría cuando semanas atrás lo había tenido todo a favor para sellar la permanencia por adelantado. Un fracaso deportivo que, para más inri, llegaba dos años después del descenso administrativo de Primera por la deuda con la Agencia Tributaria.

Hoy la realidad del club dista mucho de ser idílica pero es sensiblemente mejor a la de no solo entonces, también a la de hace apenas cuatro meses puesto que, además de haber regularizado la situación con el fisco (encauzado el pago que no saldado la millonaria deuda) y colmado la exigencias económicas de la Liga de Fútbol Profesional, precisamente se ha recuperado la condición de miembro de esta, después de un curso en Segunda B, una categoría tan impropia para el club y su estadio, como para la ciudad que le da su nombre.

Nino y Pacheta, los dos grandes protagonistas del ascenso siguen siendo los pilares de un equipo que se ha reforzado en todas su líneas para el regreso al fútbol profesional, pero apostando por los hombres más que los nombres, estrategia esta que en una competición tan larga e igualada como la Segunda División B suele dar buenos resultados. El empate con el Granada de este sábado constituye un buen ejemplo de lo anterior.

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