encuentro con empresas en alicante 

Alicia Asín y las claves del Internet de las Cosas

1/04/2019 - 

ALICANTE. La emprendedora y cofundadora de la empresa Libelium, Alicia Asín (Zaragoza, 1982), estuvo la semana pasada en Alicante para impartir una charla sobre el Internet de las Cosas en Benidorm, pero al mismo tiempo mantuvo un encuentro con las empresas del parque científico de la Universidad de Alicante y otras firmas de AlicanTeC.

Si en el primer encuentro habló de posibilidades que ofrecen o pueden ofrecer el IoT para las smart cities y las aportaciones de transparencia que puede hacer a la democracia (por el empoderamiento que puede generar al ciudadano), en el segundo desgranó alguna de las claves que ha hecho de Libelium un caso de éxito empresarial y cuyo crecimiento ha sido paralelo a la maduración del mercado tecnológico, lo que ha permitido que sus soluciones informáticas para el control de datos estén presentes en 120 países. 

Fundada en 2006 junto a David Gascón, Libelium nació como un proyecto de fin de carrera sobre el Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés), que se convirtió en spin-offde la Universidad de Zaragoza. Hoy es una multinacional tecnológica que trabaja a nivel global aplicando la tecnología a ámbitos tan diversos como la gestión del agua, la lucha contra la contaminación, la gestión del tráfico en las grandes ciudades, la logística, las ciudades inteligentes, los nuevos retos del comercio, la Industria 4.0, la salud o la agricultura. Libelium es un referente mundial en el desarrollo de hardware para el IoT: conecta mediante dispositivos el mundo real con Internet, extrayendo toda la información no disponible antes de la digitalización. 

Estas son alguna de las claves que dio Alicía Asín del nacimiento, crecimiento y consolidación del proyecto empresarial:

1) Socializar ideas, capitalizar la investigación

Libelium nace de un proyecto de fin de carrera, en 2006, en pleno boom económico de España. Y sus primeros clientes surgen de su propio entorno y gracias al capital generado con las convocatorias de premios a las que se presentan y ganan, 150.000 euros. De la relación con pequeñas empresas de su ámbito de trabajo, de encargos para universidades y parques científicos, Libelium logra crear un hardware para aplicaciones y sensores con los que se presentan a las primeras licitaciones públicas para proyectos de smart cities. Como destaca Asín, el primer éxito de la empresa fue socializar las ideas generadas en su propio entorno, entre 2006 y 2009

2) Crear una marca asociada

A lo largo de su consolidación, Libelium ha sido capaz de generar una oferta de productos y servicios que no es vertical en su totalidad, sino que puede relacionarse con muchos partners y operadores; es decir, su marca puede ir asociada con cualquier otro grande digital. En la actualidad, pueden trabajar hasta con 110. La empresa de Zaragoza se encarga del diseño del sensor que capta los datos y de la conectividad, pero puede operar con cualquier otro partner para el almacenamiento de esa información, y eso le da muchas opciones de relación comercial con otros operadores.

3) Las smart cities como ejemplo de desarrollo

Aunque a partir de 2013 Libelium ya comienza a operar en varios países, la empresa alcanza la madurez con la puesta en marcha de los primeros proyectos de smart cities en España, aunque como comenta Alicía Asín, también se dan los primeros casos de interferencias entre los diferentes estamentos internos de una administración y el desarrollo de estos proyecto. El caso de Santander fue el primer ejemplo. En su opinión, la aplicación de planes de incentivos por parte de las administraciones han hecho que surjan muchos proyectos de innovación, Desde entonces, Asín considera que hay una maduración del mercado, lo que permite a Libelium iniciar una etapa de mayor profesionalización y más producción: la empresa comienza a exportar el 90% de su producción en 120 países. Controla la calidad del agua de las piscifactorías de panga en Vietnam o sincroniza la producción vitinícola de Pago de Aylés, en Zaragoza, por citar dos ejemplos.

4) Los beneficios de IoT

En definitiva, Asín habla de tres claves en la aplicación de Internet de las Cosas, que en definitiva buscan darle sentido a los datos que se extraen. En su opinión, el Internet de las Cosas permite ahorrar costes o incrementar los ingresos; aporta sostenibilidad ambiental, y mejora la calidad de vida de los ciudadanos. Y en el caso de las instituciones, el IoT entrega al ciudadano la posibilidad de su empoderamiento: al tener acceso de los datos, puede exigir la aplicación de determinadas políticas.

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