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la profesora de la uji publica 'feminismo sin testamento'

Sonia Reverter: "El feminismo tiene que dejar siempre una silla vacía para quien la necesite

CASTELLÓ.  Las mujeres volvieron ayer a ocupar las calles en un 8M que reflejó mucha unidad, pero también mucha discrepancia. El movimiento feminista salió en gran parte del país en dos manifestaciones por separado. Una brecha abierta por las posturas encontradas en torno a las leyes trans y del 'solo sí es sí', que será difícil de reconciliar. Aunque nada es imposible, porque el disenso siempre ha estado. En Castelló lleva tiempo habiendo, en efecto, dos movilizaciones distintas por razones diferentes.

"Siempre se han dado posturas diferentes y diversas y esto, sin embargo, no debe ser visto como algo malo. El disenso es normal, es parte de la democracia, de la necesidad de construir sociedad mejores. Pero lo que no debemos es cronificarlo para que no se generen posicionamientos enfrentados con incapacidad de dialogar como sucede ahora. No pueden haber bandos", expone Sonia Reverter. Esta profesora de la UJI acaba de publicar un libro, Feminismos sin testamento, donde propone justamente entender el feminismo como "una lucha de luchas". La doctora en Filosofía, habla del feminismo en plural, porque entiende que este se enfrenta a todo aquello que produce desigualdad, falta de libertad e injusticia social. "El feminismo no tiene una agenda ni simple ni uniforme ni estática. Su agenda es compleja porque requiere desmontar estructuras que son incluso simbólicas y están ancladas en siglos de solidificación de ideas y mensajes."

En este sentido, decide llamar a su obra Feminismo sin testamento, defendiendo que no hay un mandato marcado y, por eso, es plural y amplio. Una metáfora que ya empleó el poeta René Char y que inspiró a la filósofa Hannah Arendt, y que viene a exponer que no hay líneas de obligado cumplimiento. El objetivo principal será siempre el mismo: la igualdad y la libertad para el sujeto político del feminismo. Pensar cómo poder acercarnos a ese objetivo es el interés principal del libro.

"Creo en un feminismo con memoria, con genealogía, con reconocimiento de una herencia, pero esa herencia no conlleva ningún testamento. Las nuevas sociedades tienen nuevos problemas. Las mujeres de hoy y, por lo tanto, los feminismos de hoy tienen nuevas necesidades que no tenían en los 70. Hay que tener respeto por las que lucharon antes, por su memoria, pero siempre acogiendo a voces nuevas de generaciones nuevas. El feminismo tiene que dejar siempre una silla vacía para acoger a quien lo necesite. No para protegerlo, sino para escuchar. En algún momento todas hemos ocupado esa silla vacía. Si hay diferencias, en la mesa hablándolas encontraremos puntos en común", manifiesta Reverter. 

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