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Los empresarios de Alcoy quieren una motivación

Publicado: 19/10/2025 ·06:00
Actualizado: 19/10/2025 · 06:00
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El diario Alicante Plaza y sus lectores tuvieron el miércoles la oportunidad de conocer de primera mano cuál es la situación económica de Alcoy. Fue gracias al foro que contó con el testimonio de los principales agentes económicos de la ciudad —Cámara, Universidad y empresas— y que se puede comparar con otro encuentro de este tipo que se celebró en febrero de 2024, donde sí estuvo, además, el Ayuntamiento. Ambos pueden servir de radiografía económica. Si uno analiza los dos textos publicados por este diario, podrá comprobar que los deseos y las necesidades son las mismas; habría que ver si los objetivos se han conseguido. Una de las diferencias es que el gran sueño de los agentes económicos comienza a ver la luz: el futuro polígono industrial; eso sí, con todas las cautelas medioambientales que están por concretar, de ahí la disparidad que puede generar la iniciativa en otros colectivos.

La reivindicación de esa gran zona industrial no es algo nuevo; ha habido muchos intentos —ahí está el proyecto de La Canal—, pero que ahora mismo ejerce como gran esperanza para los empresarios ante la lentitud de un plan general que ya incluye soluciones para futuras empresas, pero que no acaba de tener todos los permisos para entrar en vigor. Huelga decir que el problema con el suelo no es algo único en Alcoy: solo hace falta echar un vistazo a los municipios de alrededor y comprobar sus proyectos futuros. Ibi busca urbanizador para sus metros en barbecho; Muro proyecta suelo; Cocentaina lo tiene limitado; Castalla tiene parcelas, pero quizás necesiten de más tamaño; Tibi lo tiene agotado... Es decir, la falta de suelo con plenas condiciones es un denominador común. Solo algunos municipios del Vinalopó están en disposición de ofrecer parcelas XL, y el mismísimo Elche lleva años tramitando la ampliación para que Tempe —el socio zapatero de Inditex— pueda habilitar futuras naves.

Además de esa gran asignatura, Alcoy lucha contra su problema histórico: la orografía, lo cual no hace fácil hallar una solución de consenso. La opción de Alcoy Sur, en la autovía, pero en la zona opuesta al Molinar (La Canal), cuenta con el aval de los grandes partidos y el empuje de la Generalitat Valenciana, pero con la oposición de otros y de colectivos ecologistas, lo cual no garantiza su viabilidad y la expone a posibles recursos y protestas. De momento, es una solución que empieza a andar.

Es decir, que Alcoy tiene un problema que es común a muchas ciudades y un obstáculo que sufren todas: las tramitaciones administrativas del urbanismo, pese a que hay (Plan Simplifica) y había instrumentos (las ATE) para agilizarlas. El proyecto de Alcoinnova fue tramitado por esta última vía, pero fue anulado por los tribunales, lo cual no deja de ser una advertencia (a sus plazos) para Alcoy Sur si no cuenta con más respaldo político.

Todas estas barreras han creado una situación de pesimismo entre el empresariado, que ve cómo la ciudad pierde oportunidades. No solo en la pugna por esa falta de suelo, sino por otras, como las infraestructuras, sobre todo el tren, que, pese a la ilusión que pueda generar, no deja de ser un sueño irrealizable, máxime teniendo dos paradas de AVE a menos de 55 kilómetros, como son las de Villena y Xàtiva. ¿Que posiblemente la mejora del tren Xàtiva-Alcoy como elemento de enlace no acaba de convencer? Pues posiblemente ahora no, pero cuando esté en marcha el Corredor Mediterráneo y la conexión entre Alicante y Valencia, a lo mejor sí. Es cuestión de tiempo. Pero creer que entre los proyectos futuros de Adif esté crear un enlace entre Alicante y Alcoy cuesta mucho de creer.

A este pesimismo ante la cosa pública, que algunos empresarios verbalizaron con la intención de maldecir a toda la clase política —sin distinción—, se suma la cuestión textil ante el gigante chino, que sigue generando frustración y críticas ante la UE por la falta de protección de determinadas industrias. Algo que no es de ahora, que sufren otros territorios y del que el propio Alcoy —y otras ciudades vecinas— también conocen la alternativa: reinventarse y buscar nuevos mercados. Alcoy ya no es únicamente textil, como Ibi ya no es juguetera. Las industrias de ambos núcleos se han diversificado y ahora intentan proyectarse en nuevos campos. Es ley de vida para sobrevivir, algo de lo que los empresarios no deberían lamentarse porque lo practican todos los días.

Y esa especie de pesimismo instalado entre los empresarios me da la sensación de que les impide ver lo que hay en el otro lado de la balanza: quizás tenga asignaturas pendientes, como todas, pero tiene agentes que no tienen otros. Y no de ahora, de siempre. Por citar algunos: una Cámara de Comercio activa, que les ayuda a buscar soluciones; una universidad, la UPV, con estudios técnicos y que en los últimos años ha logrado atraer estudiantado de otras partes; una oferta de Formación Profesional que es modélica; y un Ayuntamiento activo, que, con sus errores y aciertos, también genera debate y oportunidades para esa nueva economía que debe suplir al textil. Pocas ciudades de la Comunitat Valenciana tienen un ecosistema de agentes tan activos como el que tiene Alcoy. ¿Que faltan más cosas? Posiblemente (algún colegio bilingüe, por ejemplo). La sensación que da es que los empresarios necesitan una motivación, o más, y que esperan que la administración se la resuelva. Y a veces, para ello, como ha demostrado la ciudad de Alcoy a lo largo de su historia, no hace falta esperar. La administración está para ayudar y para velar por los intereses de todos. Los empresarios también pueden empujar -y lo han hecho en el pasado-, pero sobre todo deben convencer —que no es fácil— de que su solución es la idónea para todos. Pero oportunidades las hay, hasta en China, como dijo el director del campus de la UPV en Alcoy, Pau Bernabeu. Los entiendo, pero tampoco hay que demonizarlo todo. Ellos quisieran que la ciudad despuntara en sectores como el turismo, la vivienda y en agroalimentario. Pero hay otras que quisieran tener la industria, la universidad o la FP que tiene Alcoy.

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