El pasado 31 de enero, en otra colaboración mía con Murcia Plaza, intenté explicar con más o menos acierto lo que es una blockchain y cómo funcionan las criptomonedas. Después del famoso caso $LIBRA en el que el presidente de Argentina, Javier Milei, se vio envuelto y se provocó la ruina de miles de personas al invertir en criptoactivos, he pensado que podríamos darle otra vuelta al tema. Nuestros conocimientos técnicos seguro que podrán evitarnos desagradables sorpresas relacionadas con este tipo de inversiones.
Si recordamos, una blockchain (cadena de bloques) es un método de almacenar información de manera que esta es permanente, inmutable, fácilmente accesible e inviolable. Es decir, cualquier transacción (compras, ventas, cesiones…) queda registrada en la red para siempre, no puede modificarse y cualquiera puede consultarla. La blockchain, además de transacciones, almacena activos o valores como criptomonedas, acciones, bonos, futuros, etc, en lo que se denominan tokens. Recordemos que aquí no hay papeles, certificados ni nada parecido; todo está en formato digital y eso puede producirnos algo de desconfianza. Recordemos, por ejemplo, que la Declaración de la Renta hasta hace no muchos años había que hacerla en papel, firmarla, llevarla al banco para que la sellaran y enviaran a la Agencia Tributaria. Ahora todo ese proceso se hace en formato digital y sigue siendo igual de válido. Pensemos en la blockchain como algo parecido.
¿Cómo puede ser que una criptomoneda que está almacenada en una red de ordenadores valga algo? A eso podemos contestar con otra pregunta: ¿No ocurre lo mismo con el dinero que cobramos por nuestro trabajo, que pasa a incrementar nuestra cuenta corriente en el banco y más tarde nos lo gastamos al comprar algo con la tarjeta de crédito? En realidad, no hemos tocado ni una moneda, ni un billete y la cosa parece haber funcionado sin problemas.
¿Cuánto vale un bitcoin? Pues sencillamente lo que alguien esté dispuesto a pagar por él"
En la antigüedad las monedas tenían un valor intrínseco, es decir, valían el peso del metal con el que estaban hechas, más tarde pasaron a tener un valor fiduciario, es decir valen mucho menos que el valor que representan, como los billetes de papel, pero siempre hay una entidad que las respalda como la Reserva Federal de EE.UU o el Banco Europeo con las reservas en oro de cada país, a eso se le denominó patrón oro. Esto era así hasta 1971 cuando el gobierno de Nixon acabó con esa equivalencia para hacer la moneda más flexible; por ello los cambios entre distintas monedas suelen ahora fluctuar en el mercado y los gobiernos las utilizan para manejar la economía devaluándolas, por ejemplo.
¿Pero cuánto vale una criptomoneda? Hagamos la pregunta de otra manera. ¿Cuánto vale el oro? Si yo ahora me encuentro por la calle una pepita de hierro y la intento vender en una compraventa de metales preciosos, lo más seguro es que se rían de mí o me echen a patadas de allí. El oro vale lo que alguien está dispuesto a pagar por él y esto ocurre porque es escaso. Si en el planeta Tierra hubiera la misma cantidad de oro que de hierro, puede que el hierro fuese más valioso porque es mucho más útil.

- Satoshi Nakamoto, creador de la primera criptomoneda, el bitcoin. -
- Imagen elaborada con IA
Veamos un ejemplo: ¿Cuánto vale un bitcoin? Pues sencillamente lo que alguien esté dispuesto a pagar por él. El bitcoin se creó a partir del white paper (documento fundamental con la información del proyecto de creación de una criptomoneda donde se exponen sus principales características y funciones) de Satoshi Nakamoto y del que se piensa que no era más que el seudónimo de un grupo de desarrolladores que querían poner en práctica un método de pago de transacciones rápidas, sin intermediarios y de muy bajo coste. En ese documento se exponía que el sistema crearía 25 bitcoins cada 10 minutos con una cantidad máxima de 21 millones de unidades en circulación. Debido al protocolo de creación que va reduciendo gradualmente a la mitad los bitcoins creados, se calcula que para el año 2140 el último bitcoin será generado.
El bitcoin cumple con los requisitos para convertirse en patrón, como lo era antes el oro, porque puede considerarse un dinero duro ya que es escaso (sólo habrá 21 millones), duradero (almacenado en redes de ordenadores alrededor del mundo es prácticamente indestructible), fungible (todos los bitcoins son iguales), divisible (un bitcoin puede dividirse en 100 millones de fracciones, ocho decimales, denominadas satoshis) y verificable (característica de las blockchains). Ahora bien, de ahí a que los gobiernos quieran adoptarlo como patrón hay un largo recorrido y puede que no estén demasiado por la labor ya que no podrían manipularlo a su antojo.
Para operar en un DAX hay que ser un experto pues se está más expuesto a actividades ilícitas"
Las criptomonedas, como hemos dicho, se crean y almacenan dentro de una blockchain en un activo que se denomina token, pero existen distintas clases de tokens que tienen otra utilidad y usan la infraestructura de las blockchains existentes para ahorrar recursos. Esos otros tokens pueden ser cualquier cosa con valor que requiera una custodia y verificación, como títulos de propiedad, acciones, bonos o incluso obras de arte digital; por lo tanto, las criptomonedas no son más que una clase especial de token.
Existen dos maneras principales de operar con tokens. Una es centralizada, denominada CAX, muy parecida a lo que estamos acostumbrados cuando operamos con acciones. En este caso existe una plataforma central donde compramos las monedas y son custodiadas en nuestro nombre hasta que decidamos venderlas. Estas plataformas suelen ser seguras y en muchos países están sujetas a regulación. La otra manera de operar es la descentralizada, denominada DAX, aquí los usuarios intercambian criptomonedas entre ellos directamente, son ellos los que mantienen la custodia de sus activos. Todo esto se hace mediante lo que se denominan contratos inteligentes que no son más que programas informáticos que fijan las condiciones para las transacciones (compra, venta, etc.) dentro del DAX. Por todo ello para operar en un DAX hay que ser un experto pues se está más expuesto a actividades ilícitas.
Ahora que tenemos más o menos claro todo el ecosistema de las criptomonedas podemos intentar ver qué es lo que realmente pasó con la moneda $LIBRA que como hemos dicho, la apoyó abiertamente el presidente de Argentina y acabó convirtiéndose en una auténtica estafa. Existe mucha información y contradictoria sobre este tema, pero intentaremos dar unas pinceladas sobre lo que pasó y la manera de evitar que nos pase lo mismo.
Hasta Javier Milei fue engañado"
En realidad $LIBRA no era una criptomoneda con todas las garantías, era otro tipo de token que se promocionó como criptomoneda en un sistema DAX. Utilizó una prestigiosa red de blockchiain como Solana incluyendo white paper y contrato inteligente como es habitual. Los administradores de Solana y los inversores se fiaron totalmente del proyecto por lo que no auditaron, ni revisaron el white paper ni los contratos inteligentes. Cuando empezó la inversión y el precio de $LIBRA empezó a subir de manera desproporcionada, los administradores que estaban en posesión de más del 80% de los activos vendieron su parte en pocos segundos, lo que les produjo enormes beneficios y hundió la cotización; esta es la típica estafa denominada rug pull, en castellano diríamos 'tirar de la manta'. Era raro que una criptomoneda operara en formato DAX. Además, si alguien hubiera revisado el contrato inteligente habría detectado el fraude, pues es bastante sospechoso el que el 80% de los activos estén en manos de los creadores y que no haya límite para su venta.
Según comentan, hasta Javier Milei fue engañado. Ahora poco pueden hacer contra los estafadores puesto que les ampara un contrato que los inversores deberían haberse leído, para el que no existe regulación específica por lo que no puede ser denunciado fácilmente, además todo aquel que invirtió lo hizo libremente y sin ningún tipo de presión. Este hecho también ha afectado de manera grave al prestigio de la red de blockchain Solana, que ahora ha anunciado que ejercerá un control más estricto sobre los proyectos que se ejecuten en su infraestructura.
Antes de invertir en un criptoactivo deberíamos preventivamente leernos su white paper"
Por lo tanto, antes de invertir en un criptoactivo deberíamos preventivamente leernos su white paper, que debería ser claro y detallado. También tendríamos que interpretar y entender los contratos inteligentes relacionados. Puede que para todo eso necesitemos la ayuda de expertos, aunque muchas veces es suficiente buscar reseñas en sitios confiables o foros especializados. También es recomendable buscar información contrastada sobre la empresa y creadores del proyecto. Existen además entidades de alerta de análisis de contratos inteligentes que buscan códigos sospechosos o maliciosos. Generalmente lo que nos debería dar más tranquilidad es que se hubieran realizado auditorías por firmas de prestigio.
Desconfiemos casi siempre de los proyectos promocionados o apoyados por personajes famosos y en los que se nos urge a invertir de manera rápida sin darnos demasiada información, haciéndonos sentir como que estamos perdiendo una gran oportunidad. Huyamos de aquellas inversiones que prometen ganancias muy elevadas en poco tiempo y de las que además no tenemos muy claro cómo funcionan.
Como he comentado al principio, nuestros conocimientos, técnicos en este caso, pueden ayudarnos tomar decisiones que nos salven de un gran disgusto y con este artículo he querido aportar mi granito de arena a ello; aunque parece que esta vez se me he ido un poco más por la rama de las ciencias económicas y empresariales, pero ciencia, al fin y al cabo.