ALICANTE. Tres debates especialmente sensibles, y no relacionados directa y exclusivamente con la ciudad de Alicante, han conseguido dividir -por primera vez de manera significativa y evidente- las posiciones mantenidas en el salón de plenos por los dos partidos que conforman el equipo de Gobierno: Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs). Y el mérito (si puede considerarse como tal) se lo debe apuntar Vox, que habría conseguido que los populares les acompañasen en sus postulados, mientras Cs mantiene sus pretensiones de desmarque en busca del espacio político del centro.
La división de la posición de voto en el bloque del bipartito se ha desencadenado en el debate sobre la declaración institucional presentada por el partido de Santiago Abascal para solicitar que Alicante deje de estar considerado como municipio de predominio valenciano-parlante en la Llei d'Ús i Ensenyament del Valencià. También sobre una segunda propuesta defendida por Vox para que se impartan sesiones formativas y campañas publicitarias sobre los riesgos que supone el aborto para las mujeres.
Y, con antelación, en la propuesta defendida por Unides Podem EU para defender la legislación vigente en materia de educación sexual frente a las restricciones que promueve el llamado 'pin parental' defendido por Vox (y ya implantado en algunas autonomías como la de Murcia).
En las tres iniciativas, el PP se ha posicionado junto a Vox, mientras que Cs ha sumado sus cinco votos a los 13 de los grupos que conforman el eje progresista: PSPV-PSOE, Unides Podem EU y Compromís. ¿El resultado? PP y Vox han sido derrotados en las tres votaciones.
Por partes. En la defensa de la propuesta sobre el valenciano, el portavoz municipal de Vox, Mario Ortolá, ha defendido que su propuesta trata de propiciar "la adaptación de la Ley a la realidad social", ya que, a su juicio, "en esta ley se miente, puesto que se dice que Alicante es un municipio valenciano-parlante". Así, ha señalado que "según la encuesta de 2015, el uso del valenciano es mínimo, de un 12,13%, frente al 84% del castellano; y eso en el ámbito familiar". Por ello, ha recalcado que la adscripción de Alicante a la zona valenciano-parlante "es un arma más de esa política expansiva de la lengua de la que hace gala Compromís", ha señalado.
El portavoz de Compromís, Natxo Bellido, ha respondido que la declaración institucional es una muestra más de "los intentos de la derecha por volver a los tiempos del NO-DO y de romper el consenso constitucional". "Es un ataque al Estatuto de Autonomía y a la Constitución", ha incidido, "cuando lo que cabe es avanzar en la defensa de los derechos lingüísticos de los valenciano-parlantes que se ven vulnerados todos los días". "No se puede sostener de ningún modo que en Alicante el castellano esté en peligro", ha abundado. "El problema", ha señalado, "es que PP y Cs puedan secundar esa iniciativa; si la derecha se alinea en esa posición de la extrema derecha". Por último, ha llegado a tildar la propuesta de una traición a la historia y la tradición de Alicante y ha señalado que supone "escupir al escudo de la ciudad". Con todo, ha señalado que la iniciativa no tiene ningún recorrido político efectivo, ya que se queda en una declaración sin más consecuencias.
En parecidos términos se ha pronunciado el portavoz de Unides Podem EU, Xavi López, quien ha insistido en la necesidad de defender la tradición valenciano-parlante de Alicante como seña de identidad. Además, ha anunciado su intención de proponer un reglamento municipal de uso del valenciano que no se planteó durante el pasado mandato.
El portavoz adjunto de Cs, Antonio Manresa, también ha reaccionado frente a la propuesta de Vox al considerar que se trata de "un elemento más de esta guerra de imposiciones". "El problema no es hablar; el problema es imponer, que es lo que está haciendo Compromís", ha enfatizado. Así, ha señalado que "la lengua no se puede imponer" y ha señalado que, en todo caso, "Cs estaría de acuerdo en apoyar una propuesta de reprobación frente al conseller Vicent Marzà por su política impositiva, pero no podemos apoyar una declaración que al final también acaba en el mismo resultado de imposición", ha enfatizado.
El portavoz de PSPV-PSOE, Paco Sanguino, ha manifestado "estar de acuerdo en que se debe ejercer la libertad, pero desde la responsabilidad de mantener un legado histórico". "Lo que ha reseñado usted del 12% representa 700 años de historia en esta ciudad", ha señalado. En esta línea, ha señalado que el PP ha mantenido el predominio lingüístico valenciano en Alicante con hasta 8 consellers distintos, por lo que ha planteado a Vox la posibilidad de retirar la propuesta. También ha retado al PP a no apoyar la iniciativa desmarcándose de Vox, en un gesto en el que no ha tenido éxito.
Por el PP, ha intervenido la edil de Educación, Julia Llopis, quien se ha mostrado sorprendida porque "al parecer ahora la culpa de lo que está pasando con la lengua la tienen las familias, y que no la tiene ni Compromís, ni el PSPV", ha dicho. "¿Cuándo comienza esa guerra plurilingüe? En el 2016, con la llegada del Botànic, que lo único que hizo fue robarnos a las familias el derecho a decidir", ha señalado. En esta línea, ha vuelto a acusar a Compromís de practicar "el sectarismo". "Hay que revisar esa zonificación, por eso las familias pedimos esa modificación, aunque lo cierto es que eso debería ser por familias y no por territorio", ha concluido.