ALICANTE. La batería de propuestas anunciada por el bipartito de Alicante (PP y Cs) para combatir el ruido asociado al ocio y la hostelería en el Centro de Alicante no satisfacen a dos de las partes cruciales inmersas en la controversia. Los residentes del barrio agrupados en la Asociación de Vecinos del Centro Tradicional, por un lado, y los hosteleros agrupados en la Asociación de Locales de Ocio y Restauración de Alicante (Alroa), por el otro, emitieron una valoración similar respecto a esa nueva propuesta de regulación y control: no sirve y no es la apropiada. Así lo manifestaron sus portavoces tras mantener sendos encuentros por separado con el edil de Ocupación de la Vía Pública, el popular Manuel Jiménez, en los que les avanzó los ejes centrales que ya había dado a conocer en una comparecencia pública previa.
Como ya ha informado Alicante Plaza, esos ejes se resumen en tres iniciativas básicas, todavía pendientes de mayor concreción: la reducción de entre un 5 y un 10% en el espacio ocupado por los veladores, además del recorte en los horarios autorizados; el veto a la concesión de nuevas licencias para pubs y discotecas en todo el Centro tradicional, además de la revisión de los permisos de todos los locales para evitar fraudes en los traspasos; y la puesta en marcha de una nueva unidad policial de control nocturno formada por cuatro agentes, que se encargarán de velar por el cumplimiento de las ordenanzas, con mediciones sonoras e inspecciones en los establecimientos.
En primer término, representantes de los vecinos consultados por este diario señalaron que, a su juicio, ese paquete de iniciativas "es poco más que nada". "No nos han aportado ninguna novedad porque el veto a la concesión de licencias para pubs y discotecas ya se estableció a través de la modificación del Plan Especial del Centro, en agosto de 2018", indicaron. En esta línea, señalaron que "no se soluciona nada prohibiendo que no se instalen más pubs, porque ya no existe espacio para nuevas aperturas; la cuestión es que se debe actuar frente a lo que ya existe, que es lo que está causando problemas", subrayaron.
En su opinión, tampoco supondría ningún avance el hecho de que se reduzca entre un 5 y un 10% el espacio ocupado por los veladores. "¿Eso qué significa, quitarles una mesa y cuatro sillas?", se cuestionaron. Y añadieron: "¿Ese porcentaje es sobre lo que tienen autorizado legalmente o sobre lo que acaban colocando en realidad?". Además, abundaron en que se trataría de una medida "poco operativa si los veladores no se retiran del espacio central de las calles peatonales para permitir el acceso de los vehículos de los servicios de emergencia o de los camiones de mudanza, por ejemplo".
Esa era, cuando menos, una de las propuestas que sí se contempló en el plan de ordenación de veladores para la calle Castaños planteado en los últimos días de vigencia del extinto tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís) cuando el exedil Miguel Ángel Pavón ostentaba las competencias de Urbanismo y Ocupación de la Vía Pública. En la propuesta que recogió en ese momento -sin ninguna aplicación real, puesto que no llegó a entrar en vigor tras la ruptura del equipo de Gobierno- se reubicaban los veladores junto a las fachadas de los edificios y se reducían hasta casi un 40%.
Sea como fuere, los residentes del Centro también expresaron su desconfianza por lo que respecta a la propuesta para reducir horarios de los veladores, en la medida en que, según apuntaron, no se les llegó a concretar de qué reducción se trataba. En la actualidad, los veladores deben retirarse a la 1:00 de la madrugada durante la temporada de invierno y a las 2:30 horas en la de verano.
Los representantes vecinales también recalcaron que la creación de la nueva unidad policial nocturna "no va a ofrecer resultados si no se les da instrucciones precisas para que velen por el cumplimiento de la norma, porque ahora sí hemos visto a agentes de policía pero que luego no aplican las sanciones que deben aplicar". Además, incidieron en que los agentes "están desbordados porque no dan abasto para controlar toda la actividad".
Por todo ello, los representantes del colectivo vecinal concluyeron que "no resulta necesario que se piense en nada nuevo, lo que hace falta es que se aplique la legislación y que se haga cumplir lo establecido en ella para eliminar la saturación que existe y se consiga situar el nivel de ruido en los 45 decibelios delimitados para el horario nocturno", incidieron. "Eso es justo lo que pedimos a través de la solicitud de declaración de Zona Acústica Saturada (ZAS) y es lo que hemos tenido que pedir a través del juzgado", añadieron.
Como viene informando este diario, la vista sobre el contencioso por vulneración de derechos fundamentales interpuesto por la asociación sigue pendiente de que se celebre una segunda sesión para la exposición de los informes de conclusiones, una vez analizado el informe pericial independiente elaborado a instancias del colectivo de residentes para evaluar el nivel de emisiones sonoras que existe en las calles del Centro. Como también concretó Alicante Plaza, en ese informe se acreditaría que se cumplen las condiciones de superación de los límites que resulta necesario para que se pueda ordenar la declaración de ZAS.