ELCHE. Al menos desde que se intentó extender la protección arqueológica a la zona del Núcleo Histórico Tradicional en el pasado 2018, con el entonces edil de Urbanismo, José Manuel Sánchez, este señaló que se estaba trabajando en el nuevo catálogo de edificios protegibles. Una revisión necesaria después de los numerosos inmuebles que la ciudad ha perdido fruto de la presión urbanística, no sólo ampliando los que ya hay, sino mejorando la protección de algunos. Y no sólo de los edificios, también del Palmeral, aunque en este caso el siguiente paso lo ha de dar la Generalitat. Mientras que el nuevo catálogo no llegue, que a priori se aprobará con el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), se pueden dar conflictos de intereses hasta entonces. En algunos casos, ya han llegado.
Conflictos urbanísticos o protecciones ligeras
Hace tan sólo unos días, este medio señalaba varios de estos casos, entre ellos, el del edificio de San Fermín, con un grado de protección ambiental según el Plan General vigente, a pesar de que la Fundación DO.CO, MO.MO Ibérica destacó de su importancia por el uso y la arquitectura moderna. Así que si finalmente Conselleria de Sanitat lo decide, se podría optar por derribar todo el inmueble y hacer uno nuevo a la de su imagen y semejanza. También se podría conservar la fachada y actuar en el resto del inmueble. En cualquier caso, ahí está la opción porque es el grado de protección actual, el mismo que el de la Casa de las Palomas del Parque Empresarial, que será restituido en otra parcela, después de que Pimesa lo adquiriera de propietarios privados en 1997, ya en estado ruinoso. Otro punto aparte a abordar, el del control municipal para con propietarios que poseen edificios de interés general, caso contrario al de la casa de la Plaza de Benidorm construido por Serrano Peral.