ALICANTE. La prestación del servicio de limpieza en Alicante vuelve a cobrar protagonismo en la antesala de la campaña electoral a instancias de la difusión de la última encuesta de satisfacción elaborada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que sitúa a la ciudad como la segunda más sucia entre las 69 grandes poblaciones analizadas en el conjunto del país. Es justo la misma conclusión que se alcanzó en el informe publicado en 2019, a un mes de que se celebrasen las elecciones municipales, y vuelve a repetirse en el mismo contexto, como también sucedió en 2015 y en las cuatro citas con las urnas precedentes, ya que la OCU viene publicando esa encuesta cada cuatro años.
De acuerdo con el informe de este año, Alicante queda posicionada solo por detrás de Palma, otra ciudad en el que predomina la actividad turística y también marcada por el clima mediterráneo, con un escaso índice de precipitaciones, lo que contribuya a empeorar la percepción de la limpieza, según subraya el análisis de la OCU al señalar que "influye el número de días de lluvia" en la medida en que actuarían como baldeo adicional a los programados en el servicio de cada ciudad.
Al tiempo, en esa encuesta -esta vez extendida a 69 poblaciones (9 más que hace cuatro años) y con mayor número de ciudadanos consultados (6.863 frente a 5.260)- se refleja que Alicante habría aumentado en tres puntos en su valoración respecto a hace cuatro años: si en 2019 la satisfacción de la ciudadanía se cifró en 34 puntos, ahora se situaría en 37. Es decir, también la segunda nota más baja tras la de Palma, con 35, y muy cerca de Sevilla, con 38.
Y no solo eso. De acuerdo con la encuesta, también se habría registrado un incremento en el gasto por habitante destinado a sufragar el servicio de limpieza respecto a la evaluación del 2019 en la medida en que entonces ese índice se situaba en 47 euros y ahora ha crecido hasta los 58 sin que, a tenor de los resultados, se haya registrado una mejoría en la percepción ciudadana sobre la calidad o la eficacia de la prestación.
Los resultados de la encuesta difundida hace cuatro años ya motivó que los candidatos de los principales partidos se conjurasen públicamente para centrar sus propuestas para la ciudad en la mejora del servicio. Tanto es así que se alcanzó el compromiso de que no se concederían las prórrogas contempladas en el contrato adjudicado en 2013 a UTE Alicante (formada por FCC, Ferrovial, Inusa y Grupo Cívica) y que se optaría por acelerar la incorporación de una nueva prestación. Ese contrato se ha renovado en el último tramo del mandato -después de que, en agosto de 2021, tuviese que concederse una primera prórroga- con un nuevo pliego de condiciones en el que se incrementa el presupuesto del servicio hasta los 323 millones. Sin embargo, el nuevo concesionario -la UTE Netial, compuesta por FCC Medio Ambiente S.A. y PreZero España S.A.U.- no ha asumido todavía el servicio y, según el anuncio anticipado por el bipartito, no lo hará hasta el mes de julio, cuando se disponga de la nueva maquinaria que resulta necesaria.