ALICANTE. “Que mi papá se enfermase cuando yo tenía 17 años y me viese obligado a convertirme en empresario me salvó la vida”. Jack Levy, el principal promotor del estado mexicano de Jalisco, al frente de Grupo Veq, una de las cinco constructoras mexicanas que más ha crecido en el último año (factura 350 millones de dólares y tiene obras por valor de 8.000 millones en marcha), es un convencido del valor social que aportan los empresarios, y trata de evangelizar a la clase industrial allá donde va. Su receta, revolucionaria de puro simple, consiste en emprender con el ánimo de aportar valor a la sociedad y no a la cuenta corriente de uno mismo, ser justo con tus empleados, proveedores y clientes, y reinvertir el beneficio de la empresa (una vez remunerada la inversión de los socios) para mejorar el entorno.
Hace unos días, Levy estuvo en Alicante invitado por la consultora inmobiliaria especializada en operaciones singulares Equilibra, de Pedro Menárguez y Agustín Bascuñana, para reunirse con los principales empresarios del sector inmobiliario y hotelero de la provincia y estudiar posibles inversiones juntos, tanto en Alicante como en México. “El mercado de Alicante tiene muchas similitudes con el de México por los valores que comparten, pero también muchas diferencias”, indica Levy. “México está creciendo mucho más, con la natalidad más alta que nunca, solo superada por Israel, mientras Alicante es un mercado más maduro, y el mix de inversiones tiene que ser distinto”. El fundador de Grupo Veq destaca, para los interesados en explorar el sector en su país, que “es más volátil, con más oportunidades, y tener de vecino a Estados Unidos permite marcar otros precios: en Cancún, Puerto Bayarta, Los Cabos… puedes comprar y construir en pesos y vender en dólares”.