ALICANTE. El aeropuerto de Alicante-Elche, en la pedanía ilicitana de El Altet, no ha tocado techo aún. Al menos, este año. A pesar de que en verano el número de turistas que transitaron por la terminal retrocedió entre un 2% (julio) y un 3% (agosto) respecto al año anterior, la programación de invierno ha devuelto al aeropuerto alicantino a la senda del crecimiento por la que transitaba durante el pasado ejercicio, cuando estableció su récord histórico en 13,7 millones de pasajeros.
En noviembre, la mejora del tráfico llegó incluso a los dos dígitos, un volumen de crecimiento que no se veía precisamente desde hacía un año, dado que en la recta final del pasado ejercicio fue cuando El Altet comenzó a aflojar ese ritmo de crecimiento, que lo ha llevado a incrementar su tráfico un 50% en cinco años. Así, en noviembre la terminal alicantina cerró con 13,15 millones de pasajeros y un crecimiento acumulado del 1,4%. Es decir, salvo catástrofe en diciembre, que no es de esperar porque las aerolíneas han incrementado sus asientos disponibles para invierno (Alicante es un destino muy apreciado estas fechas sobre todo en el norte de Europa), todo apunta a que en 2018 la terminal de El Altet volverá a establecer un nuevo récord, aún moderando notablemente su crecimiento respecto a 2017. El umbral de los 14 millones está a la vista.