ALICANTE. Las obras de la nueva estación de tranvía en Renfe como germen de la terminal intermodal de Alicante, y las del tramo de su conexión con la estación de Luceros, quedarán reflejadas en los presupuestos de la Generalitat para 2023 con una aportación inicial de 35,6 millones. Se trata de una suma con la que se pretende impulsar la primera fase de su construcción. Eso sí, no constará de partida en los balances contables de las consellerias, sino que quedará incorporada en el transcurso del ejercicio como remanentes a través de las cuentas de la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat (FGV), según precisaron fuentes de la Conselleria de Política Territorial y Obras Públicas consultadas por Alicante Plaza.
Como mínimo, esa dotación permitirá lanzar el concurso para contratar sus trabajos en el primer semestre del próximo ejercicio, en función del último calendario dado a conocer en el mes de abril por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Entonces, el mismo jefe del Consell concretó que el presupuesto global de la actuación acabará superando los 100 millones, en lugar de los 35 que se había estimado en 2007, cuando se trazó el primer anteproyecto de esa nueva infraestructura. En todo caso, con esa previsión de consignación presupuestaria, la programación seguiría ajustada a plazos para que los trabajos pudiesen comenzar a ejecutarse a finales de 2023, después de casi veinte años de estudios y de anuncios incumplidos.
Ahora, el departamento autonómico que coordina la consellera Rebeca Torró estaría perfilando la redacción del proyecto de ejecución definitivo para una infraestructura que tendrá dos plantas soterradas y que constará de cuatro vías con sus correspondientes andenes, lo que permitirá multiplicar la capacidad operativa de toda la red metropolitana del servicio Tram a partir de 2028: la fecha esperada para su entrada en funcionamiento.