ALICANTE. Sentarse a comer en un restaurante con dos estrellas Michelín provoca en el comensal sensaciones diferentes a hacerlo en un bar de carretera o en la cocina de su casa. Pero esas sensaciones solo podían conocerse de forma subjetiva, a través de la experiencia narrada por el propio comensal. Hasta ahora. Porque el grupo de neurocientíficos del Macom (Master en Dirección de Marketing) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) en el que colabora el alicantino Pablo Ferreirós, que ha realizado experimentos sobre campañas de cosméticos, recorridos en la Volvo Ocean Race o el proceso de compra en una tienda de Pikolinos, acaba de meterse en la cocina. Concretamente, en la de Kiko Moya.
El prestigioso chef de Cocentaina, al frente del restaurante L'Escaleta, ha confiado al grupo del Macom la medición de las emociones que experimentan sus comensales al enfrentarse al menú degustación del establecimiento, con dos estrellas Michelín. Y el resultado ha sido sorprendente. Tanto, que el chef va a introducir modificaciones en el citado menú a la luz de las conclusiones del estudio. Así lo anunció hace unos días el propio Moya durante su intervención en el RRHH Meeting de 2019 organizado por el Club de las Buenas Decisiones (CDB), la marca de los másters en gestión de Empresas y Recursos Humanos de la Universidad de Alicante (UA), donde intervino como ponente invitado.