ELCHE. La cadena de peluquerías Oh My Cut! avanza hacia una nueva etapa. Como ya contó este medio, el ilicitano grupo Alzis, culminaba la venta de su marca de peluquería y belleza al grupo francés Provalliance, una de las mayores plataformas mundiales del sector. La operación, que se está desarrollando "en un clima de plena confianza y colaboración", marca el inicio de un proceso de transición ordenada en el que Alzis acompañará a la enseña hasta finales de año para garantizar la continuidad de su red, sus equipos y su modelo de negocio.
Con esta operación, Oh My Cut! pasa a formar parte del ecosistema internacional de Provalliance, que agrupa enseñas de referencia como Llongueras, Jean Louis David, Franck Provost, Loida, The Barber Company o Carlos Conde, y que supera los 330 salones en España. A escala mundial, la compañía francesa, que está controlada por el fondo belga Core Equity, gestiona más de 3.300 establecimientos en 30 países, lo que la convierte en un referente global en peluquería profesional.
El proceso de transición
La transición acordada entre ambas compañías asegura que Oh My Cut! mantendrá su marca, su identidad visual y su forma de trabajar, con el apoyo operativo y estratégico de Provalliance. "La incorporación refuerza nuestro compromiso con España y con el talento de los profesionales del sector", según Frédéric Logodin, CEO de Provalliance España. Según el directivo, la marca ilicitana "complementa a la perfección el portafolio de Provalliance, aportando un concepto access y un diseño de salones muy reconocible". Logodin agradeció además la colaboración de Alzis y de su director general, Jaime Rubí, por la fluidez de la operación y por facilitar un proceso de integración "basado en la confianza y la profesionalidad". Desde la filial española de Provalliance destacan que el paso de Oh My Cut! al grupo permitirá a la enseña acceder a nuevos recursos de formación, innovación y digitalización, elementos clave en la estrategia de crecimiento del grupo.
Por su parte, Jaime Rubí ponía de manifiesto el valor de la transición como un relevo natural en la evolución de la cadena. "Tras años de consolidación, llega el momento de proyectar la marca a una nueva dimensión internacional. Provalliance es el mejor hogar para esta siguiente etapa", ha señalado el directivo, quien destaca que Alzis seguirá presente durante el proceso para asegurar “"a estabilidad de los equipos y el bienestar de todas las personas que forman parte del proyecto".
La evolución de la empresa
Oh My Cut! nació en 2007 impulsada por el emprendedor Kiko Medina, con un concepto de peluquería rápida y asequible que se expandió con rapidez en los años posteriores a la crisis financiera. La entrada de Alzis, grupo inversor ilicitano ligado a la familia Coves Selva, aportó solidez financiera y estructura empresarial. El grupo fue asumiendo un papel cada vez más activo hasta hacerse con el la totalidad de la propiedad en 2020, tras la salida del fundador. Desde entonces, Alzis se centró en consolidar el modelo de franquicia, redefinir procesos y reforzar la identidad de marca. Ahora, la firma cuenta con una red de casi 50 salones y más de 30.000 clientes mensuales, según los datos de la empresa.
Aunque los términos económicos del acuerdo no se han hecho públicos, la operación se enmarca en la estrategia de expansión de Provalliance en el mercado español, donde ha crecido mediante la incorporación de enseñas locales con posicionamientos complementarios. Con Oh My Cut!, la multinacional amplía su cobertura en el segmento medio y fortalece su oferta en zonas donde la marca ilicitana mantiene una base sólida de clientes y franquiciados.
Provalliance ha destacado en sus canales corporativos que la llegada de Oh My Cut! “permite seguir creciendo y reforzando su posición como grupo líder en España”. En su mensaje de bienvenida, la filial española subrayó que la marca conservará su cultura y modelo, pero con el respaldo de “una estructura internacional sólida”.
El proceso de integración culminará durante el último trimestre del año, según fuentes cercanas a la operación" y sin cambios en los servicios a clientes ni de plantilla. La prioridad es que la transición se lleve a cabo "con normalidad", manteniendo la calidad del servicio y el vínculo con los franquiciados.