ELCHE. Este jueves han empezado las catas arqueológicas en la Plaza del Congreso Eucarístico, previas a su reurbanización. Una intervención que acomete Alebus por un coste de 40.000 euros. Como estaba previsto, tendrán una duración de cinco semanas. Después será el turno de la licitación de las obras, procedimiento que se quiere arrancar a final de año. Sobre esa futura renovación integral de la plaza, se ha calculado un precio de 2,2 millones de euros y una actuación que debería rebasar los 3 o 4 meses. Ahora bien, el objetivo de estas catas, además de ver dónde y cómo encajar las nuevas farolas y los servicios de suministro, también pretende anticiparse a la futura obra, de forma que no se tenga que paralizar por posibles hallazgos o ampliar el perímetro. Se va a intervenir sobre 53 metros cuadrados, con posible hallazgo del viejo cementerio o del centro de la Medina Islámica.
Zona de vigilancia arqueológica
Con esta excavación anticipada se pretende ahondar sobre las 'anomalías' que se descubrieron en un estudio geotécnico previo de 2024. En esas zonas es donde puede haber restos arqueológicos. Como ya se ha ido contando, el objetivo de esta primera fase es conocer qué hay en el subsuelo, cumpliendo con la normativa de cautela arqueológica en esta zona que es Recinto Histórico-Artístico (RHA), pero sobre todo Área de Vigilancia Arqueológica (AVA). Los bienes muebles que se puedan encontrar se podrían depositar en el Mahe, como es el procedimiento habitual, y en el caso de estructuras o restos de valor, se documentarán y protegerán con geotextil para no dañarlos.

- Render del diseño de la plaza - ARN Arquitectos
Excavar ahora para evitar sorpresas o retrasos en la renovación de la plaza
Como explica el concejal Claudio Guilabert, "no queremos tener la plaza patas arriba", por lo que se hacen ya estas prospecciones, para evitar que durante la obra futura se encuentre algún hallazgo y Cultura dictamine la ampliación de la excavación (como ya ha ocurrido en anteriores ocasiones en Carrer Fatxo o junto a la Mutua en Traspalacio), dilatando los tiempos. Se ha acordado así con la conselleria de Cultura. Se trabaja sobre dos zanjas, con una profundidad máxima alrededor de un metro, y que supone una cata total de 53 metros cuadrados. No más porque el objetivo es la renovación de la plaza, lo que implica una intervención más superficial, aunque se aprovechará para conocer más sobre el perímetro e historia de la ciudad.
Posible necrópolis y centro de la medina islámica
Respecto a lo que se puede encontrar, como en parte ya es conocido, el arqueólogo municipal, Víctor Cañavate, explica que se sabe de la existencia del camposanto aparejado a la última basílica, "y que tiene una perduración bastante escasa ya que el cementerio viejo se construye en 1834". Sí que es posible que se conserve algún enterramiento de esa necrópolis, pero también otros elementos estructurales, "incluso de la Medina Islámica, porque esto sería el epicentro" —se cree que la basílica actual se construyó sobre la mezquita de la medina—.

- Mapa de Porras del siglo XVIII, el original se encuentra en el Instituto Geográfico del Ejército -
- Cátedra Pere Ibarra
Pero insiste, el objeto es la comprobación. "Nos movemos al dictamen de lo que nos marca Conselleria en reuniones anteriores, acorde a las necesidades municipales: saber qué hay". Cañavate asevera que elementos estructurales va a haber seguramente. "Antes los espacios litúrgicos principales en todas las ciudades desde el medievo no estaban tan esponjados como ahora". Estaban rodeados de vivienda como pasa en la fachada sur con La Fira. Se documentará y preservará con geotextil, y se hará el proyecto de urbanización.
El arqueólogo enfatiza en que esta plaza es una "gran reserva arqueológica", y que nunca se ha hecho en la zona una excavación arqueológica. Hay poca documentación, tanto escrita como gráfica, como el plano de Porras de 1780, en el que se observa que la basílica actual está recientemente construida, y con restos de lo que era el barrio. Cruzado con la cartografía posterior, de losaños 50, se ve cómo se van esponjando los barrios, derivando las viviendas a las manzanas siguientes, como ocurre con el Plan de Traspalacio de los 70s. Ahora que está el proyecto de reurbanización, "es el momento adecuado de comprobar qué hay y conocer más de la historia de Elche y así ajustar el futuro proyecto". No obstante, intervenciones y obras en zonas aledañas han ido documentando hallazgos en las últimas décadas.